Tu lengua ofídica
Avanzo vertiéndome sobre la
incertidumbre del tiempo en que tú,
malabarista de formas conspiradoras
que gangrenan todo afán que las obvie,
desprendes en arrítmico compás de
sangre, como manjares laberínticos
que soliviantan en los acordes de mi
pulso, las claves para afinarme en
la cadencia de tus manos barrocas.
Diosa en busca de mártir, caes del limbo
en carne redentora y huesos sacrílegos,
exigiendo sin resquicio todo por ti,
o una maldición de estatua vertida vanamente.
He llegado sin tiempo a este enclave
edénico, sólo siento como me petrifico
abandonándome a tus designios, al fin
encaucé tu ardid empíreo formando
un cruz de saliva sobre tu lengua ofídica.
incertidumbre del tiempo en que tú,
malabarista de formas conspiradoras
que gangrenan todo afán que las obvie,
desprendes en arrítmico compás de
sangre, como manjares laberínticos
que soliviantan en los acordes de mi
pulso, las claves para afinarme en
la cadencia de tus manos barrocas.
Diosa en busca de mártir, caes del limbo
en carne redentora y huesos sacrílegos,
exigiendo sin resquicio todo por ti,
o una maldición de estatua vertida vanamente.
He llegado sin tiempo a este enclave
edénico, sólo siento como me petrifico
abandonándome a tus designios, al fin
encaucé tu ardid empíreo formando
un cruz de saliva sobre tu lengua ofídica.