La presa
Te hallé una noche
convencido de que no estabas,
y consciente de que yo para ti
ni existía.
En la jungla de aquel verano
te aceché agazapado como
un tigre en la espesura…
Expectante y silencioso como
un búho en su invisible atalaya;
fijando entre cabezas el sentido
de tus expresiones, y el misterio
egipcio que tu sonrisa irradiaba.
Y me acerqué como un guepardo
a una frágil gacela;
mimetizando mis intenciones entre
el pasto de la sabana.
Recogiendo del cálido viento,
igual que un lobo, el rastro de
tu piel de presa.
Imaginando a cada paso
el color de tu voz,
y el sabor de tus entrañas.
Aquella noche te degustaron
mis oídos de lechuza, hasta el
más mínimo de tus sonidos
delataba sin remedio la dulzura
oculta en tu cuerpo.
Adivinaron mis ojos de halcón
lo adictivo de tus formas de
serpiente alada.
Y caí rendido sobre tu ausencia,
aferrado a las sobras de tus
palabras aún sinuosas y abismales.
Maldije tantas veces aquel intento
fallido de cazador primerizo.
Aunque siempre supe,
de alguna manera, que mi instinto
depredador era más fuerte que los
que te alertaban.
Y que una noche te abatiría,
y de tu cuello entregado
te subiría a un árbol,
como un leopardo,
para devorarte toda la vida.
convencido de que no estabas,
y consciente de que yo para ti
ni existía.
En la jungla de aquel verano
te aceché agazapado como
un tigre en la espesura…
Expectante y silencioso como
un búho en su invisible atalaya;
fijando entre cabezas el sentido
de tus expresiones, y el misterio
egipcio que tu sonrisa irradiaba.
Y me acerqué como un guepardo
a una frágil gacela;
mimetizando mis intenciones entre
el pasto de la sabana.
Recogiendo del cálido viento,
igual que un lobo, el rastro de
tu piel de presa.
Imaginando a cada paso
el color de tu voz,
y el sabor de tus entrañas.
Aquella noche te degustaron
mis oídos de lechuza, hasta el
más mínimo de tus sonidos
delataba sin remedio la dulzura
oculta en tu cuerpo.
Adivinaron mis ojos de halcón
lo adictivo de tus formas de
serpiente alada.
Y caí rendido sobre tu ausencia,
aferrado a las sobras de tus
palabras aún sinuosas y abismales.
Maldije tantas veces aquel intento
fallido de cazador primerizo.
Aunque siempre supe,
de alguna manera, que mi instinto
depredador era más fuerte que los
que te alertaban.
Y que una noche te abatiría,
y de tu cuello entregado
te subiría a un árbol,
como un leopardo,
para devorarte toda la vida.
hola, acabo de ver que me has comentado, y he entrado en tu blog.
ResponderEliminarPrecisamente este cuadro lo analicé hace unas semanas en la facultad!
Gracias por pasarte por mi blog y dejar palabras!!
he podido visitarte!!!
ResponderEliminarte mando un beso grande, te espero nuevamente en mi blog...
Magnífico poema, amigo, realmente!
ResponderEliminarUn abrazo
a veces somos mas vulnerables de lo que creemos...
ResponderEliminarun saludo
un blog equilibrado
(te agrege a mis favoritos)
Wooooowwwww!!!!!!!
ResponderEliminarTanto verde en decorado, tanto olor a selva, tanto calor... Me encantó. Y la imagen de Dalí, inmejorable complemento.
Cariños!
Apasionante, sensitivo, profundo. Creo que una de las facetas del amor es aquella que da rienda libre a nuestros deseos de conquista. En horabuena la chance de poder vivirlos.
ResponderEliminarA veces, cuando el hueco de la ausencia comienza a molestar aparece ese instinto animal, en este caso felino.
ResponderEliminarCreo recordar haber estado en alguna de estas tus casas, quizá desde blogueratura, será... pero estuve por aqui, si.
Me gustó tu fuerza, te sigo leyendo. Por cierto la obra de Dalí, inmenso, desde lo más profundo de los sueños. Ay que ver lo que puede llegar a provocar el vuelo de una abeja alrededor de una granada, :-)
Nunca cejamos en el empeño de alcanzar lo que tan apasionadamente anhelamos.
ResponderEliminarUn saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuen blog, ya está en mis marcadores.
ResponderEliminarTen por seguro que me pasaré mas amenudo.
Un saludo
Hola
ResponderEliminarInteresantes tus blogs. Te he agregado a mis favoritos así que ya nos veremos con frecuencia.
bien salvaje!! buenisimo!!
ResponderEliminarA lo largo del desarrollo embrionario humano, desde la concepción hasta que se nace, vamos pasando y adoptando todas las formas de la evolución filogenética de la vida animal. Primero somos amebas, luego anfibios, etc. Es un enigma, pero la poesía nos hace pasar por los mismos estadios ya que suele soltar todas nuestras inhibiciones. En este hermoso poema tuyo, la etapa del depredador felino se refleja a la maravilla.
ResponderEliminarUn cordial saludo
Y caí rendido sobre tu ausencia, aferrado a las sombras de tus palabras...
ResponderEliminar!Vaya¡, solo puedo quitarme ante ti el sombrero imaginario.
Excelente poema.
Poema de desazón de enorme sentimiento de pérdida.
ResponderEliminarBello...
Un abrazo Gus.
Sin palabras,Lanobil.Me encantó que vinieras a verme.Cuando quieras puedes volver.Yo haré lo mismo.Saludos...
ResponderEliminarBueeeenas caballero.
ResponderEliminarClaro que puedo visitarte. Faltaría más.
Te agradezco tu visita a mi blog y aquí me tienes leyéndome tus poesías alucinado, no solo porque sean bonitas sino, especialmente, por mi incapacidad para escribir una sola. Y mira que lo he intentado, eh? Pero nunca me gustan como me quedan o no llego a terminarlas. Por eso, cada vez que conozco alguien con esta bella habilidad me maravillo.
Sigue así!
Un abrazo ;p
Aveces presas, aveces cazadores, de vez en cuando nos toca jugar alguno de estos roles...
ResponderEliminarSaludos
¡Qué fuerte! Las metáforas son aterradoras. Es terrible el retrato que haces de tu mente. ¿Por qué te gusta jugar de este modo ? ¿Juegas acaso con tus lectores? Sé que podría decir que es magnífico y acabar mis peleas contigo. Perdona algo me incita a no callarme, a decir no lo entiendo. Supongo que tú no vas a explicarlo porque estás en tu blog y no obligas a nadie a visitarte.
ResponderEliminarEs verdad que escribes bien pero también lo es que a mí me asustas a pesar de lo mayor que soy o quizás sea por eso.
Saludos cordiales.
Uy...qué miedo!
ResponderEliminarUn depredador que va en serio.
Buen blog...me suena tu foto. Quizá me pasé por aquí antes.
Tanto tu escrito como la imagen que usaste me encantan!.
ResponderEliminarPD:El surrealismo es uno de mis favoritos.
Gracias por tu visita!
Mucha fuerza y verdad, me ha gustado mucho Poeta.
ResponderEliminarSaludos desde el sur del Sur.
Agustin