Adiós
Hasta el adiós más inquisitivo
alberga un quizás reminiscente y
otro utópico: dejar de sentir, de
recordar, de creer a conveniencia:
ideal evolutivo, como tus manos
cuando me aferran.
Abruptamente, con disonancias
ensordecedoras pero, aun así,
nadie diría, leyendo este adiós
casi epitafio; este diario apócrifo,
que me amas, que os amo:
sin reservas ni medida, sin saber
gestionarlo, como tus manos cuando
me
alejan.
Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
ResponderEliminarguardaré mansamente las cosas de vivir,
mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.”
Horacio Ferrer
Un adiós tristemente hermoso.
ResponderEliminarTe dejo un cordial saludo berlinés.
Precioso poema. Me ha gustado. Un saludo y feliz solsticio de invierno. :)
ResponderEliminarfeliz navidad y todo lo mejor para ti y familia
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