Idealio. "El libro de Cuentopoemas"
Llega el día donde tu idealio emerge como
un cetáceo, frenético mira hacia atrás,
observa su alrededor, contempla el horizonte.
Cautivo. Desubicado como una cabra montesa
en
el
abismo
de Challenger,
y todo tiene la misma tonalidad panza de burro,
el mismo brillo de espejo oxidado,
la misma textura de hamburguesa, e idéntico olor:
ese aroma a carbono tísico ligeramente
alcantarillado.
Y te pregunta: ¿y ahora qué? y, peor aún,
¿Quién coño eres tú?
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