Reconozco que este Blog aspira a que ustedes, lectores intrépidos, turistas de íntimos rincones, navegantes de emociones desconocidas, halléis en él algunas respuestas, quizás, confortables sensaciones, o tal vez, amables sonrisas, que de alguna manera os comprometa emocionalmente a volver de nuevo y recorrer con curiosidad las claves, enigmas y objetivos del fin de los tiempos.
En definitiva sólo pretende agradar, compartir, reflexionar con un puñado de palabras fieles a una forma de ver y de sentir, que lejos de ser un ejemplo para nada ni nadie, al menos son honestas y sinceras. Este lugar, en su infinita inocencia, se cree capaz de conmover a quienes crean que el final no está escrito, que algo podrá hacer el hombre para no acabar con todo el amor y la belleza con la que nació el mundo. Tenemos que denunciar, reivindicar la verdad, la paz, el amor y la bondad que aún nos pueda quedar para intentar que la vida no parezca poco a poco, un laberinto hacia un inevitable y desalentador holocausto final.
Y en esa ardua labor me encuentro, cansado pero ilusionado, mirando de vez en cuando a mi alrededor para comprobar quiénes de ustedes me podrían acompañar. Gracias por vuestro tiempo.
Socio Nº1 del movimiento “El fin de los tiempos”