The Promised Time (II) -El Tiempo Prometido-
De nuevo aquí, dispuesto a seguir descubriéndoos el tiempo
donde vivo, el lugar que os espera. He de reconocer que al mundo actual, lo que
es el futuro para muchos de vosotros le falta bastante emoción. Es seguro,
cómodo, infinito en posibilidades de conocimiento, arte, y formas de
entretenimiento pero todo es tan perfecto, tan encasillado de una forma
matemática, nada sorprende, nadie nos asombra porque sabemos que casi todo es
posible, con el tiempo todas nuestras expectativas se van cumpliendo y el
espacio para los milagros y las casualidades se ha reducido exponencialmente.
De ahí que una de las diversiones que causan ahora furor sea un juego que
propone una arriesgada misión en el pasado mediante un sueño inducido. Pero
tranquilos, no tiene nada que ver con Matrix o Arcadius —aunque no sé si esta
última se ha estrenado aún—, la experiencia nunca deja de ser un sueño, no te
puede pasar nada físico lejos de valores normales de emoción, miedo y placer,
incluso nos monitorizan para que ninguna de nuestras constantes vitales corran
peligro en algún momento.
Siento especial debilidad por el año en que vivís, yo nací
en octubre de ese año y por ello estudio con pasión la primera mitad del siglo
XXI. Eso me ha ayudado a ser uno de los mayores expertos en vuestra época y me
he atrevido incluso a ponerme en contacto con ustedes para acabar, como diríais
ustedes, de rizar el rizo, los que fuisteis en su momento mis coetáneos.
Sé que tendréis miles de preguntas referentes a mi tiempo y,
sobre todo, a la posibilidad que tendría cada uno de vosotros de alcanzar el
“Tiempo Prometido”. Es normal, intentaré explicaros lo máximo posible sin
interferir demasiado en el lógico devenir de los acontecimientos. Como ya os he
dicho esto puede ser así por la escasa difusión que todos esperamos que alcance
este aparente relato fantástico.
Así
que os ruego que no divulguéis demasiado esto que os digo. Lo deseable sería
crear una comunidad para que entre todos hablásemos del hoy y del mañana, del
ahora y de los sueños, del amor y el odio en el paso infinito de los años, en
definitiva, de tantas cosas creo que interesantes para ustedes y para mí, sí,
también para mí, añoro tanto la inocencia, la imaginación de cuando todo está
por llegar, la ilusión por alcanzar las metas cuando el tiempo condiciona de
una forma coagulante...
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