Tras la ventana
Viaja en paz el mundo
por el espacio oscuro.
se agotan serenos los astros infinitos.
Ella está aquí.
La luz releva a una luna cristalina.
Las hojas caducas caen de los árboles
sin decir adiós ni guardar rencor.
La lluvia arrecia como
llamando a la ventana, y las gotas
de agua se consumen en el cristal,
soñando con bendecir tu espalda.
De un nido, en una rama,
Asoman unas insaciables gargantas,
tres anunciadores de albas.
Una collera de palomas,
se cortejan en una débil rama,
un mochuelo desvelado las contempla,
y asiente perplejo y sin descanso
al vaivén del deseo en sus miradas.
Una armónica fila de hormigas,
con sus larvas a cuesta,
por el balcón, anda de mudanza.
Volando llega una araña a la reja,
y rauda teje una diana de cristal infranqueable.
Una libélula en busca de sombra,
imita en una maceta, con sus alas invisibles,
a las hojas. Y la verdina renace sin ira,
aún más verde, adornando el suelo, entre las losas.
Así transcurren perfectos los días,
cuando ella está aquí,
floreciendo sobre mi cuerpo,
tras la ventana.
por el espacio oscuro.
se agotan serenos los astros infinitos.
Ella está aquí.
La luz releva a una luna cristalina.
Las hojas caducas caen de los árboles
sin decir adiós ni guardar rencor.
La lluvia arrecia como
llamando a la ventana, y las gotas
de agua se consumen en el cristal,
soñando con bendecir tu espalda.
De un nido, en una rama,
Asoman unas insaciables gargantas,
tres anunciadores de albas.
Una collera de palomas,
se cortejan en una débil rama,
un mochuelo desvelado las contempla,
y asiente perplejo y sin descanso
al vaivén del deseo en sus miradas.
Una armónica fila de hormigas,
con sus larvas a cuesta,
por el balcón, anda de mudanza.
Volando llega una araña a la reja,
y rauda teje una diana de cristal infranqueable.
Una libélula en busca de sombra,
imita en una maceta, con sus alas invisibles,
a las hojas. Y la verdina renace sin ira,
aún más verde, adornando el suelo, entre las losas.
Así transcurren perfectos los días,
cuando ella está aquí,
floreciendo sobre mi cuerpo,
tras la ventana.
Gracias por el enlace a mi blog. Un saludo desde esta plaza sin palomas.
ResponderEliminarAmparo CB
hola ianobil, gracias por pasar por mi pequeño jardín. siempre bienvenido!
ResponderEliminares preciosa tu poesía, me encantó tu espacio. Gracias por traerme hasta aquí
ResponderEliminarun abrazo
muy agradable esa descripcion de la presencia de la amada.
ResponderEliminarsaludos.
Muy bonita la poesía
ResponderEliminarCuando ya la ausencia no duele todo parece en perfecta armonía, me gustó cómo lo recreaste.
ResponderEliminarSaludos.
ResponderEliminarsaludos cordiales...
ResponderEliminar¡Qué bella ventana!!!
ResponderEliminarY que bello el reencuentro!!!
Felicidades!!!
Lidia
Y todo se hace tan natural,tan placentero en la lectura.Un poema,precioso donde me ha dado la impresión de leer el dibujo,exacto,preciso,de una secuencia hermosa.
ResponderEliminarUn abrazo
Para ser tímido te mueves genial entre las palabras. Gracias por pasarte por mi rinconcito y descubrirme el tuyo.
ResponderEliminarbesos
Muy buena impresión literaria!! definitivamente tengo que conocer Sevilla!! gracias por tu visita! seguiré leyéndote!
ResponderEliminarNo hace falta más presentación que tus palabras y tus imágenes para conocer el grado de sensibilidad que sientes por la belleza.
ResponderEliminarHa sido un placer volver por aqui y leerte.Un abrazo y gracias por tu comentario.
gracias por invitarme a pasar por tu espacio... lo cierto es que sólo crece mi asombro y mi admiración por tu poesía... felicidades poeta
ResponderEliminarQué precioso poema...y que bonito rincón el tuyo para sentarse a degustar poesía..
ResponderEliminarVolveré.. :)
Pues que no se marcha nunca, con ella pareces feliz. Me gustas como escribes. Volveré. Palabra de blogger.
ResponderEliminarCuando eres feliz tras la ventana, todo lo de fuera parece más bonito...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un beso!
Me gusta tu poesía, es delicada y bella.
ResponderEliminarUn beso.
Todo parece cobrar sentido cuando Ella está ahí, tras tu ventana, iluminando además de los senderos, tu vida misma. Todo parece dejar su cotidianidad para convertirse en una experiencia sublime.
ResponderEliminarHermoso texto!
Recibe un beso,
Ella.-
magnifico blog
ResponderEliminarte invito a que participes con el y votes a otros blog en
aquiestatublog.blogspot.com
gracias
perdona por escribirlo en comentarios,no vi direccion
Me ha encantado ese poema. Hacia tiempo que no leía nada que me llegara así.. :-D (gracias).
ResponderEliminarLos días que transcurren de esa manera, son los mejores que tenemos en este corto paso por la tierra
ResponderEliminarEsta parte es muy buena:
ResponderEliminar"Las hojas caducas caen de los árboles sin decir adiós ni guardar rencor"
Chauuuuuuuuuuu