Como somos ahora
—¿Por qué me
miras así, tan fijamente, como si fuese a escapar en cuanto flaquease tu atención? —le pregunta María
a Pablo mientras lo imita.
—No sé, quizá
deberíamos recordarnos para siempre como somos y estamos ahora. Tener presente en
los malos tiempos que la felicidad puede concentrarse en un bostezo, en una caricia
somera, en una tenue sonrisa o un resacoso susurro de besos —le contestó él sin
pestañear.
—Vale. Así
seremos mientras el aire gire y con agua llueva…
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