La tierra a tus pies
Sí, soy pobre, pero te prometo que pronto tendré lo
suficiente para poner no solo Sevilla, toda la tierra a tus pies. Ríete si
quieres, me gusta verte sonreír, tu sonrisa es la frontera entre mis sueños y
la realidad. Cuando logre perpetuarla merodeándonos, iluminándolo todo, el
mundo nos acogerá como a una sinfonía irresistible…
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