Lo que me provocas
Entiendo que sabes lo que provocas en mí cuando me das la espalda
así: lo suficientemente desnuda e inclinada para que un infarto tras otro me
hagan acecharte desde la cama.
El instinto me somete, un estado de frenesí me
embarga y mi insaciable sangre sureña rezuma por mis ojos, por mis labios y por
mis uñas…
Eres la gacela más apetitosa de África al alcance del
leopardo más hambriento de la sabana.
Así que no cabe un desenlace sin batalla..
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