La historia más triste de la historia (Fragmento)
...Uno de los dos curas del pueblo, el veterano
Padre Jesús, salió de la iglesia principal mirando atónito hacia todas
direcciones buscando una explicación más o menos razonable para lo que estaba
sucediendo hasta que, a lo lejos, pudo reconocer a María meciéndose
tranquilamente en su balcón mientras el resto de criaturas del pueblo parecían
huir de la muerte que sería permanecer quietos y en silencio. El padre avanzaba
entre la gente sin contestar las preguntas que los vecinos le hacían sobre el
porqué de aquella situación, se dirigía en línea recta a la casa de María, sin
apartar un segundo la mirada del balcón, parecía estar buscando una señal
inequívoca que aclarase aquel acontecimiento casi apocalíptico. La gente empezó
a observar a Don Jesús, parece que su fijación abrió en ellos un resquicio para
la esperanza, se fueron deteniendo poco a poco y un expectante murmullo empezó
a imponerse en el silencio absoluto de la noche iluminada, el cura se adentró
en un pequeño parque que se interponía entre la calle principal y la casa de mi
musa. Todo el mundo estaba pendiente del inminente encuentro entre el párroco y
María, como si se tratase de una rivalidad ancestral y divina que no tuviese
otra forma de dirimirse que con una lucha a vida o muerte...
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