El bosque (VI): La joven de blanco
–Buenos días, me alegro tanto de encontrar a alguien. He estado bastante tiempo perdida, hacía siglos que no venía por aquí y la noche hizo el resto. ¿Me podría usted confirmar si la dirección que sigo me conducirá al puente de los suicidas?
–No.
–De acuerdo, pero, ¿por qué no puede, o por qué no quiere?
–Nunca he salido de la zona que usted pueda alcanzar a ver desde aquí.
–Entonces, ¿ha nacido en el bosque? ¿Y su familia?
–No lo sé, un día cualquiera abrí los ojos en este lugar y, todo me susurra que he de esperar a alguien con el que me quiera marchar para siempre.
–Si quiere puede acompañarme, iremos a la policía, ellos nos ayudarán a encontrar a sus padres, seguramente habrá sufrido algún accidente que le ha provocado cierta pérdida de memoria.
–prefiero quedarme, cada día presiento con más fuerza que la persona que espero está, a cada hoja que cae y gota que se evapora, más cerca.
–Pero, ¿qué come? ¿Dónde duerme?
–Yo sólo observo. Ver comer a los cuervos, a las ardillas, a los lobos, me alimenta. Tumbándome sobre la hierba, acomodada entre las ramas, logro mantener la esperanza, la vida que me rodea me ha adoptado, me sustenta por la mirada, a través de la piel, y simplemente me limito a esperar.
–Permítame que insista, si viene conmigo volverá a encontrarse con sus amigos, con sus seres queridos. Seguramente la persona a quien espera no sabe que usted está vivendo con la única intención de encontrarse con él en este bosque...
–No.
–De acuerdo, pero, ¿por qué no puede, o por qué no quiere?
–Nunca he salido de la zona que usted pueda alcanzar a ver desde aquí.
–Entonces, ¿ha nacido en el bosque? ¿Y su familia?
–No lo sé, un día cualquiera abrí los ojos en este lugar y, todo me susurra que he de esperar a alguien con el que me quiera marchar para siempre.
–Si quiere puede acompañarme, iremos a la policía, ellos nos ayudarán a encontrar a sus padres, seguramente habrá sufrido algún accidente que le ha provocado cierta pérdida de memoria.
–prefiero quedarme, cada día presiento con más fuerza que la persona que espero está, a cada hoja que cae y gota que se evapora, más cerca.
–Pero, ¿qué come? ¿Dónde duerme?
–Yo sólo observo. Ver comer a los cuervos, a las ardillas, a los lobos, me alimenta. Tumbándome sobre la hierba, acomodada entre las ramas, logro mantener la esperanza, la vida que me rodea me ha adoptado, me sustenta por la mirada, a través de la piel, y simplemente me limito a esperar.
–Permítame que insista, si viene conmigo volverá a encontrarse con sus amigos, con sus seres queridos. Seguramente la persona a quien espera no sabe que usted está vivendo con la única intención de encontrarse con él en este bosque...
que hada has encontrado
ResponderEliminary que musa mejor plasmada
un relato maravilloso
que me deja encantada
besitos de luz
Yo sigo observando...
ResponderEliminarUn abrazo
Gizz
serà quien le habla el hombre indicado?... vale la pena seguir
ResponderEliminarlos demàs capìtulos...
saludos
Lindo relato al bosque, a ese amigo que nos inspira, el bosque habla, nos cuenta sus historias y esta ahi, observando, esperando.....Besos, cuidate. Lindo leerte.
ResponderEliminary el deseaba seguir revolcandose entre la hierba, bebiendo agua cristal y hablando con los hadas, duendes y animales del bosque...
ResponderEliminarBonito...
Pues estoy de acuerdo. La persona a la que espera ni tendrá idea ni le importará que ella le espere.
ResponderEliminarQue tristeza verse relegada al bosque de su soledad interna.
Muy bella prosa.
Abrazos
Hola
ResponderEliminarpues adelante con ello
que encuentre a esa persona
ya no tiene la espera ser más
larga
un saludo
Hola!! te he encontrado y creo que merece la pena seguirte el rasto, me gustan tus post.
ResponderEliminarsaludos
Un excelente relato...
ResponderEliminarVale la pena visitarte.
saludos.
Es bonito, continuara.....?
ResponderEliminarBesos y amor
je
Me gustó mucho tu diálogo. Me resultó interesante. Pero me dejo pensando si hay algo más después o lo cierras aquí. Si hay algo más bien. Si lo cierras perfecto.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Hasta pronto.
¿ Me podría confirmar si la dirección que sigo lleva al puente de los suicidas?
ResponderEliminarY la musa de blanco contestó...
Me intriga el debate interior de aquella persona que desea ir en aquella dirección, y después decide ayudar a la musa, llevarla donde la esperan, o donde quizás nunca nadie la esperó.
¿ Quizás la jovén de blanco siguiera alguna vez aquella dirección...?
Me encanta, y me puede la curiosidad por saber más de cada detalle que narras.
Un abrazo
-Lichazul. Menos mal, es lo que iba buscando.
ResponderEliminar-Gizela. Y que yo no me entere de lo contrario.
-She. Yo también espero que así sea.
-Poetiza. Este bosque siempre te espera.
-Cindy Muñoz. ¿Él? ¿Dónde?
-Trini. Seguramente tendrás razón, o no, tendrás que volver.
-José Jaime. Yo qué quisiera...
-Winsis. Es un honor para mí tu presencia en este apocalipsis. Bienvenida
-Meret. Gracias, eres muy amable, siempre tendrás un refugio en el fin de los tiempos.
-Carmen Molins. Claro que sí, y más teniendo en cuenta que tu lo deseas.
-Pluma Roja. Hay mucho más, no podemos dejarlas así.
-Calipso. Tu interés me da alas para seguir. Gracias