La increíble hormiga pensante (VII). La colonia
Un sonido familiar despertó a la hormiga, era su colonia volviendo al hormiguero. La mayoría maltrechas y debilitadas por el frío, una a una iban cayendo extenuadas a pocos metros de la salvación. Se quedó boquiabierta contemplando el macabro espectáculo. Se preguntaba qué experiencia le había podido causar tantos estragos a su, hasta hoy, invencible ejército. Dedujo entonces que quedar atrapada en una piedra no era lo peor que te podía ocurrir en una noche como la pasada. Quizá hasta tuvo suerte. Tal vez estaba predestinada a sobrevivir para liderar a los supervivientes de su especie. La Mariquita se interpuso en su intención de bajar de la hoja para socorrer a sus hermanas. —Tienes razón Marisiete, por mucho que me afane no lograría hacerme entender. Antes de ayudarlas tendré que pensar la forma de hacerlas razonar, de provocar en ellas la curiosidad de aprender y comunicarse—. La mariquita se quedó mirándola e hizo repetidamente un gesto de negación con la cabeza. —¿No crees que puedan llegar a pensar igual que yo, o piensas que no sería una buena idea que lo lograsen? Ya sé, temes que millones de hormigas asesinas e inteligentes puedan alterar trágicamente todo nuestro maravilloso ecosistema. No sé, puede que tengas razón, de momento no intervendré, dejaré que todo siga su cauce natural, aunque eso sea como reconocer que me estoy convirtiendo en un ser sobrenatural y potencialmente peligroso para el resto de animales—.
Al apartarse de su amiga, cabizbaja, se situó tan cerca del filo de la hoja que ésta se tambaleó haciendo que la siafu saliera despedida cayendo de cabeza sobre un hongo, y después de robotar en éste, definitivamente aterrizó con su espalda sobre la tierra...
Al apartarse de su amiga, cabizbaja, se situó tan cerca del filo de la hoja que ésta se tambaleó haciendo que la siafu saliera despedida cayendo de cabeza sobre un hongo, y después de robotar en éste, definitivamente aterrizó con su espalda sobre la tierra...
Continúo siguiendo con mucha atención a esta increible hormiga, amigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
FELÍZ AÑO, dese la taberna del crápula.
ResponderEliminarAlgo más que el gusto por las letras nos reune: calles, molinos, paisajes a través de la ribera, impresionantes puestas de Sol desde la muralla junto a la ermita, sus guapas mujeres, ...
FELÍZ AÑO, paisano.
pacokafka
Uy pobre espaldita! Me gusta e intriga esta historia amigo.
ResponderEliminarBesos desde el Sur.
Pero si nos sentimos raros todo el tiempo, deja de ser "raro" lo que sentimos, ¿no?
ResponderEliminarMuá.
feliz año antonio y sigue así, con mucha fuerza y muchos deseos
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog. Tus historia de hormigas y poemas.
ResponderEliminarY me gustan!!!
Nos vemos
Un abrazo
L;)
antonio:
ResponderEliminarte doy la bienvenida a mi blogs.
es un placer tú companía.
seguí atentamente la historia de las hormigas.
y me gustó mucho.
de por sí me gustan lo relatos, los tuyos son de una calidad insuperables.
espero volver a encontrarte el año próximo.
feliz año nuevo
abrazos de argentina
Gracias por tu visita y comentario.
ResponderEliminarU abrazo y suerte con tu libro, Who.
Hola mi querido amigo,FELIZ AÑO 2010.
ResponderEliminarTe deseo todo lo mejor del mundo para ti y todos tus seres queridos,que todos vuestros sueños se os hagan realidad.
Un besito con todo mi cariño y un calido abrazo desde el Mediterraneo.
Que el próximo año pueda seguir deleitándome con tus textos y tu exquisita lírica. Un abrazo desde el tuétano. Que tengas una exitante entrada de año, camarada.
ResponderEliminarAbrazotes
Recuerdo una tarde en la piscina, de pequeña con mi papá, cuando éste me colocó una hormiga en la barriga creyendolo divertido. Pero el resultado fue otro, la hormiga me picó, y me enfadé con él...
ResponderEliminar