Quererte (entre paréntesis) (IV)
Y despertar como pisoteado
por una estampida de búfalos cafres (hay quienes han sobrevivido a espantadas
de búfalos de agua o bisontes pero a la de cafres se considera directamente
resurrección) en medio de aleluyas y vítores.
Mucho me temo que he de
concluir (nunca he sabido concretar en base a qué)
esta especie de vía
crucis emocional por el que insisto en sobrevivir (aunque a veces
valore seriamente la
posibilidad de la crucifixión),
terminar aquí, ese fue
mi deseo ayer (pero hoy no soy alguien de fiar)
hasta mañana a quienes podáis
estar ahí (apuesto a que dubitativos, también)
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