La historia más triste de la historia (XXXVI). La ducha
Sin embargo la nota decía lo que todo el mundo que conociese su historia habría imaginado. Tener su promesa de que la llamaría era lo único que hizo que Milagros afrontase aquel día sin desear, cada segundo, que jamás hubiese llegado. Me vendrá bien una ducha caliente —se dijo mirándose al espejo y convenciéndose de que aún podía condicionar en algo su destino—. Mientras el agua humeante recorría su cuerpo recordó, como si le estuviese sucediendo en ese momento, cada entusiasmo compartido con los que María la devolvió al optimismo. Quiso atrapar esa sensación para siempre reteniendo con sus muslos el agua, con su flujo la impregnó de una cadencia evocadora. Su cuello perdió todo rigor; sus ojos se comunicaban con quien sabe qué dioses; su voz fue haciéndose lánguida y mártir; toda ella comprometida a que jamás pudiera olvidar esa dimensión que se erigía cuando María y ella rivalizaban sonrisas. Finalmente sus dedos abrieron un honda camino para que el agua la tejiese en todas direcciones, y un canto de belleza asfixiada confirmó la comunión entre todo lo que en ella fluye, y el espejismo de aquellos días.
Una semana antes de llegar a la estación central con el objetivo de hacer todo lo contrario, María valoraba en su oficina la posibilidad de publicar el poemario de un autor novel cuyos versos, lejos de de ser un alarde de conocimientos y clarividencia, sí poseían una singular sensibilidad y una valentía que le pareció gratamente perturbadora...
Una semana antes de llegar a la estación central con el objetivo de hacer todo lo contrario, María valoraba en su oficina la posibilidad de publicar el poemario de un autor novel cuyos versos, lejos de de ser un alarde de conocimientos y clarividencia, sí poseían una singular sensibilidad y una valentía que le pareció gratamente perturbadora...
no sé si te lo desee amigo, pero feliz año y felices reyes, sigue escribiendo igual, que no se te seque la pluma antonio.
ResponderEliminarLa culminación de un deseo, el éxtasis, la determinación, la interpretación de un texto; cualquier cosa bajo la ducha.
ResponderEliminarUn beso de primeros de año, que te lo deseo muy feliz y lleno de letras.
la ducha suele ser el destino de muchos deseos...
ResponderEliminarAbrazos
Mi pensamiento me ha traido hasta El final de los tiempos, veo que tenemos la misma portada pero diferente color, a mí me gustan más los colores claros, el día....
ResponderEliminarEspero que tus pensamientos, escriban párrafos y bonitas palabras en mi librillo.
Con tu permiso yo lo intentaré.
A veces, sin proponernoslo, la imaginación guía nuestro pensamiento y despierta nuestro deseo. El calor del agua hace todo lo demás.
ResponderEliminarSalud y belleza para el nuevo año.
La duchas a veces pueden provocar "Milagros" cuando más lo necesitamos, oí decir que son reparadoras, sin dudas ella tbn lo sabía....
ResponderEliminarMaría pudo notar que ese poeta tan sensible podía escribir versos maravillosos y supo valorarlo como se merecía....
Besos desde el Sur , en estos momentos cálido y lluvioso.
REM
Leeré las anteriores entregas. Esta me gustó. Un abrazo
ResponderEliminarBueno Antonio, pues ya estoy de regreso, voy a ponerme al día.
ResponderEliminarUn abrazo