El progreso
Con sólo leer este artículo de El País “Diez metros cuadrados, 90.000 euros” he tenido suficiente argumento para esbozar la trama de un guión cinematográfico. Aquí os dejo una introducción:
España, 2025. La población ha sido finalmente acomodada dentro de los macro centros comerciales habilitados para tal efecto. Donde encontrarán satisfechas todas sus necesidades; ocio, alimentación, consumismo compulsivo, protección contra la agorafobia, alergias y aire demasiado puro…
Desde aquí, cada individuo partirá y regresará de su trabajo por medio de la mayor red de líneas de metro jamás construida. Una vez de vuelta, se les recordará las cuotas comunitarias (consumo mínimo, aseo descontaminante, obligaciones de atención mínima familiar) que deben satisfacer, antes de irse a descansar a su cubículo subterráneo, en el cual deben permanecer un mínimo de seis y un máximo de ocho horas, administrándoles si es preciso, los fármacos adecuados para su merecido descanso.
Miedo me da... no lo viviremos nosotros.. pero a lo mejor nuestros nietos....
ResponderEliminarVi tu comentario en mi blog el otro día y le eché un vistazo a tu perfil. Me gustó lo de plantar un árbol en medio del apocalipsis. Y me gusta el cristal por el que miras la vida. Creo que me pasaré bastantes más veces.
ResponderEliminarY no olvides que deberán ver al menos 2 horas de la televisión unica corporativa para saber que productos comprar
ResponderEliminarProgreso es una palabra manipulada y actualmente vacía de contenido. Es empleada porque tiene un significado subjetivo y amplio, teniendo aparentemente una denotación positiva.
ResponderEliminarNo sé a dónde vamos, pero tu articulo lo que parece reflejar es que no dirigimos nuestro futuro, que no avanzamos de manera controlada, que la tecnocracia y el progresismo inundan nuestras conciencias y dominan nuestro avance.