Pánico en el ático
La relación entre Evas y serpientes no siempre es tan idílica.
Les puedo asegurar que esta historia está basada en hechos recientes de mi vida, y lo peor aún, si cabe, reales:
A eso de las dos y media de la madrugada subí, como siempre que subo a esa hora, la escalera en dirección al dormitorio. De hecho, es al único lugar al que conduce, independientemente de la hora en que lo haga. Al ascender no advertí, tal vez porque no sucedió, que los escalones se estremecieran; corroídos por la carcoma o las termitas, seguramente porque son de mármol sobre cemento. La intensidad de las lámparas en ningún momento titubeó interferida por los invisibles efluvios de algún siniestro ente. Y en el lunático horizonte no se atisbaba sombra alguna que vaticinara tormenta. Nada absolutamente hacía presagiar el fatídico desenlace que la noche nos había deparado. Al acceder a la habitación, apenas iluminada por la luz de la escalera, no presentí el más mínimo síntoma de desgracia, pero a medio camino, en el claroscuro del cuarto, entre la almohada y la puerta acristalada que da a la azotea, me recorrió un escalofrío que tensó mi maltrecha cervical haciéndome girar el cuello hacia la cinta que mueve la persiana, ahí estaba, sigilosa y acechante enrollada en la persiana, perfectamente mimetizada con su entorno, yo diría incluso que aterrorizada después de verme pasar a su lado, inmediatamente fue deslizándose poco a poco hacia el suelo mientras yo dudaba atenazado por el asombro. La majestuosa culebra común aterrizaba suavemente en el suelo de la habitación mientras yo continuaba perplejo…
Continuará.
Joder!!! yo, estando jugando con mi hermano al ajedrez en el campo debajo de un hermoso y gran árbol, se nos cayó encima del tablero una.... salimos los 3 corriendo.
ResponderEliminarkiss
es que si vives en un chalet o en una casa baja, estas cosas pasan. A mí me visitó un murciélago una vez y me dió un susto terrible.
ResponderEliminarpues yo, cada vez que bajo del valle de Benasque a trabajar a Barbastro, y me encuentro un bicho por el camino, me siento bendecida (hubo un día que una corza cruzó la carretera; casi me ahostio, pero fue increible: nunca había visto uno tan de cerca y en libertad)
ResponderEliminarHermoso blog, hermosas opiniones. seguimos en contacto :)
No hay cosa que me de más agggco...
ResponderEliminarA mi me pasa eso y me muero alli mismo con la fobia que les tengo
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