Mi necesidad
Adopta a mi necesidad;
acógela en tu estela
de restos vitales,
deja que impregne su
mísera fe con los dones
sobrantes que tu existencia
constantemente desprende;
esos que hacen inevitable
sucumbir a la esperanza;
sutiles milagros agotados que
aún eclosionan de gracia,
y que en su adiós bañan en
aromas a la tierra y al aire,
al mar, y a todas y cada una
de las limitaciones del alma.
Déjala morar en tus cabellos
cuando el viento los oree.
Permite que releve a tu sombra
cuando la noche la sacrifique.
Admítela siempre a tu antojo,
hasta que merezca colonizar
sin premura ni pecado, tu vientre.
Me ha gustado visitarte, y saber de tu poesía.
ResponderEliminarUn beso.
Una preciosura tu poema, me dejás soñando!!
ResponderEliminarUn beso!
Mi querido Lanobil,
ResponderEliminarEres un maestro de la poesía, encadenas perfectamente el sentimiento con la metáfora, la analogía, el recurso del alma hecho palabra.
Te felicito.
Mil besitos.
Es hermoso. Sólo el amor produce cosas así. Un saludo.
ResponderEliminarEnvuelves esa necesidad vital entre palabras que la hacen brillar. Tus expresiones son tu riqueza.
ResponderEliminarBesos desde mi orilla.
Es hermoso... y me asalta una inquietud que me maravilla y me enorgullece por el hecho de ser mujer: la mayoría de los poetas, al hablar de amor hacia lo femenino, terminan en nuestro vientre.
ResponderEliminarEs lindo eso.
Saludos!!!!!
Que bonito..de verdd siempre es un placer leer tus letras
ResponderEliminarAcogida queda tu necesidad por parir.
ResponderEliminarTu necesidad sabe cuando va a ser bien acogida.
ResponderEliminarBesos,
Anabel, la Cuentista