La cita eterna
Ayer fui a un hospital acompañando a un familiar que iba a someterse a unas pruebas, aprovechando que era el lugar donde se tramitan las citas para diferentes especialidades, pregunté a la funcionaria de información si podía decirme cuánto suelen tardar en realizar una prueba de alergia, ya que recientemente había solicitado una. Ella, sin vasodilatarse periféricamente ni mostrar el más mínimo pudor me contestó que sobre unos dos años. Yo había escuchado rumores - aunque siempre los consideré leyendas urbanas sin la más remota rigurosidad – de que rondaba el año de espera, pero dos años sonaron en mi cabeza como un eco del más allá. Mis cejas se arquearon, y un par de sílabas flojas y aéreas se me escaparon conformando un “hooostia”. La señorita exhibió una tímida sonrisa que adornó a una frase ensayada: “sabemos que es mucho tiempo, pero es que estamos saturados”. ¡Ya! contesté, pero dígame, si en el plazo de espera me muero, fuese o no, causa de una patología asociada a la alergia, ¿tendría que comunicarlo? La pobre recepcionista no sabía qué grado de ironía influenciaba a mis macabras palabras, y con unos labios ambiguos, atribuibles a la propia Mona Lisa me contestó que no haría falta. Me quita usted un peso de encima señorita, le comenté, entonces, hemos acordado que debo aguantar los síntomas dos años y un día ¿no? Aún más arrinconada entre sus hombros ella me contestó que sí, que esa era la media de espera en estos momentos. Le pedí que no dudara en adelantarme si alguien desistía de su fecha por falta de tiempo para reaccionar, o por cualquier otro motivo, por muy peregrino que éste fuera. La administrativa sacó pecho y me dijo, ¡cómo no! cuente usted con ello.
No sé si le caí simpático, o tal vez sólo fue por compasión, pero una semana después me llegó una carta citándome para la prueba sólo un mes después de hablar con la diligente funcionaria. ¿Era justo que uno de los últimos en la lista de espera disfrutara de esta posición de privilegio? La verdad es que no tengo muy claro si la situación es para alegrarse, o para echarse a llorar sin frenos.
No sé si le caí simpático, o tal vez sólo fue por compasión, pero una semana después me llegó una carta citándome para la prueba sólo un mes después de hablar con la diligente funcionaria. ¿Era justo que uno de los últimos en la lista de espera disfrutara de esta posición de privilegio? La verdad es que no tengo muy claro si la situación es para alegrarse, o para echarse a llorar sin frenos.
La buena educación hace lo suyo... no es lo mismo ladrar ante las injusticias de un sistema que sigue siendo modelo de descontrol y pésima gestión, que lamentarse con el lírico acento de los que, conociendo los límites, defienden su derecho al pataleo con el arma de la ironía.
ResponderEliminarMe alegra tu buena suerte...
ResponderEliminarSupongo que fue tu dia de suerte :)
o tambien dicen por ahi: El que no llora... No mama jejejej
Igual la confundiste y no se fió de que la avisaras si te morías.
ResponderEliminarDebe ser la primera amenaza que recibe de este tipo :o)
Un abrazo
Ten por segurisssimo que si hubieses ido con la intención primaria de dedicar un día a preguntar tu información seguro tendrías tu cita para los dos años y un día..
ResponderEliminarPero como solo fué algo fortuito,algo conspiró a tu favor para que se diese de esa forma. tan rápida.Así de extraña es la vida..
Un abrazo.
Gracias por la visita, también tenés un blog de lo mas interesante, un abrazo.
ResponderEliminarPosiblemente tu galanura la conmovió e hizo un espacio en la apretada agenda, por acá en México, los especialistas están saturados también, pero nunca son dos años los que tenemos que esperar para que nos atiendan.
ResponderEliminarSeguro que vas a requerir vacunas, recupérate pronto, un fuerte abrazo.
Quizás haya sido porque quiere volverte a ver, jajaja. Muy buena táctica, jajaja.
ResponderEliminarGracias por tu visita. Y ya nos contarás el resultado de tus pruebas.
Un saludo,
debe querer volver a verte
ResponderEliminar"Ella, sin vasodilatarse periféricamente ni mostrar el más mínimo pudor me contestó que sobre unos dos años"
ResponderEliminarSOBERBIO!!
ay amigo...
ResponderEliminarllevamos nosotros dos años esperando que operen ami hija por la seguridad social...
y aun seguimos en espera..
hace como 15 dias le hicieron las pruebas de preanestesia y aun no la citaron...
en fin...
parece ser que no te operan a tiempo mas que cuando vas de urgencia..
un saludo....¡¡¡¡
No le des más vueltas y aprovéchalo, seguro que le llegaste al corazón y por eso te coló :)
ResponderEliminarQuizá a la pobre le quedó un regustillo de remordimiento, pensando que igual sí te morías, o que lo tuyo era ironía sobre una situación desdesperada de muerte inminente... ¿quien sabe?, o a lo mejor sí quiere volverte a ver...
ResponderEliminarAyyyyy, la Seguridad Social me mata...
Un saludo, y grácias por pasarte por mi blog, artista!