Tú y yo
Tu boca alberga mi máximo
esplendor en el tiempo.
Tus manos determinan mi
apogeo y mi decadencia.
Tu llanto es la inquisición
y tu sonrisa el orgasmo.
Tus pechos hacen que
mis células te orbiten
drogodependientes.
Tu mirada indolente
promueve las tinieblas
en la paciencia de esperarte.
Tus piernas convierten todo
lo salvaje que me provocas
en un arte improvisado de
genios y de dioses.
Tu dolor es lo más cercano
que conozco a la muerte,
y deambular por tu vientre
es el único camino a la
resurrección demostrable.
esplendor en el tiempo.
Tus manos determinan mi
apogeo y mi decadencia.
Tu llanto es la inquisición
y tu sonrisa el orgasmo.
Tus pechos hacen que
mis células te orbiten
drogodependientes.
Tu mirada indolente
promueve las tinieblas
en la paciencia de esperarte.
Tus piernas convierten todo
lo salvaje que me provocas
en un arte improvisado de
genios y de dioses.
Tu dolor es lo más cercano
que conozco a la muerte,
y deambular por tu vientre
es el único camino a la
resurrección demostrable.
hermoso poema erotico me quedo con la risa como orgasmo, saludos
ResponderEliminarbuenisimo poema, salud!
ResponderEliminarMe ha encantado.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Un saludo
Y así que resucitemos un millón de veces... Un poema extraordinario
ResponderEliminarNada mejor para navegar en esta tarde que ese cuerpo, hilado en versos, donde resucitar de tanta muerte cotidiana.
ResponderEliminarUn saludo.
Aushhhhh
ResponderEliminarQue buen post!
Me gustó me gustó!
Aush
Wow!!!! me encanto tu poema... es sensual... con un toque de erotismo que prende una pequeña chispa dentro de mi...
ResponderEliminarLa ostia.
ResponderEliminarMe quedo asín :O
Esto me da vueltas al coco y por consiguiente a la boca del estómago. Buena!!!
Y sí, sin duda los Álvarez Quintero te gustarían.
Me gusta como has ido desmenbrando partes importantes o no tanto de la anatomía ajena. Me quedo con "tu llanto". Impresionante!
ResponderEliminarte sigo...