El pueblo incierto (IV)
Poco a poco un sonido agudo e irritante, de una frecuencia casi inaudible para el ser humano fue ocultando al de las campanas, yo me protegí los oídos con las manos para intentar mantenerme asido a la débil reja que sostenía aún con vida a mi cordura. De pronto una infinidad de caminos se abrieron entre los girasoles; desde todas las direcciones el sonido a tallos quebrados y a marcha desenfrenada ofrecía ante mi atónita mirada un espectáculo sobrecogedor e indescriptible; como si el diablo llamase a filas a todos sus demonios, amenazando con el paraíso al que osara llegar el último. Todos los frenéticos senderos se dirigían hacia el pueblo. Cuando se alejaron me puse en pie, luego me subí en la roca que había utilizado de abrigo, no hubo manera de ver qué tipo de alimañas salieron del sembrado, estaba demasiado lejos para ver esos detalles. y me quedé allí subido un buen rato, sin tener la más remota idea de lo que iba a hacer, sabiendo que en esa posición, mi silueta desolada estaba deformando el valle, y era un blanco perfecto para cualquier ojeador que me pretendiese. De alguna manera supe que ya hacía tiempo que habían advertido mi presencia, así que reaccioné quizá de una forma absurda, pero grité a pulmón lleno ¡Hooolaaa!, abandonándome por completo a las intenciones de quién sabe qué inauditos seres.
Reconozco que mi reacción no fue precisamente el paradigma de nuestro instinto de supervivencia como especie, pero algún sentido oculto me aconsejaba asumir que no podría salir de allí sin afrontar que estaba a merced de ellos, y que…
Reconozco que mi reacción no fue precisamente el paradigma de nuestro instinto de supervivencia como especie, pero algún sentido oculto me aconsejaba asumir que no podría salir de allí sin afrontar que estaba a merced de ellos, y que…
Si! Lo seguiste, estaba esperando la continuación!
ResponderEliminarPero siempre me dejas con la intriga..
:S..
Que paso?!
besos..
Ese instinto de supervivencia a veces reacciona medio loco, no?? jajaja
ResponderEliminarPues nada, de perdios al rio... ya que estás ahí avanza un poco más y nos lo cuentas, por favor...
ResponderEliminarMe vas a dejar sin uñasssssssss jajajjaaj vuelvo a verte y encuentro mas de la historia que me deja siempre con ganas de mas, y aun sigue pero no acaba, ufff escribe pronto ehhh besitoss
ResponderEliminarEstaba curioseando por la Historia antigua, sobre el tema de los Esenios, Jesús, a raiz de la lectura del Apostol número 13 y... he llegado hasta aquí, me han parecido interesantes tanto tus fotos como tus comentarios.
ResponderEliminarConfío en que nos dejarás alguno más, si cabe y mantener el contacto.
Saludos desde Granada
hacia mucho que no me pasaba por aquí...
ResponderEliminarme gusta!
besines
-Anastasia, poco a poco se saborea mejor y durante más tiempo.
ResponderEliminar-Luthien, porque lo tenemos abandonado y obsoleto.
-Lúcida, todo llegará, las prisas no son buenas.
-Pasión, es bueno tener siempre ganas de más, sobre todo de cosas que nos hagan disfrutar.
-Anónimo de Granada, ¿Quién eres?
-El grito, una lástima que gustándote, no te pases más a menudo.
y quéeeeee joder.. siempre igual... holaaaa
ResponderEliminarHo cuanto tiempo sin pasarme por aquí, me he puesto al día, que me encanta tu manera de escribir.
ResponderEliminarEl isntinto de supervivencia puede ser traicionero, los espejismos de la salvacion abundan y el miedo paraliza las ideas. La vida siempre una guerra y por lo general estamos bajo el yugo de seres extraños.
Un saludo!
Hola hola! sí, claro que te visito!
ResponderEliminargracias a ti por visitarme!
ahora veo tus otros blogs y leo lo que nos escribes,
un abrazo!
genial... como todos...quiero que continúes!!!
ResponderEliminarbesos
Dejo en mi mundo un pequeño premio para ti, te lo mando con mucho cariño, espero que te guste.
ResponderEliminarUn beso