El cielo (según San Morfeo)
Hoy soñé que estaba muerto,
y que después de todo, había un cielo.
¡Quién lo habría imaginado!
En él coincidía todo lo indispensable;
una toalla húmeda brevemente sujeta
a tu cuerpo reclinado, con mi campo
de visión, y el alcance de mis manos,
curiosamente frías.
El tiempo pasando, los momentos claves
siempre disponibles, mis bolsillos
rebosando de tus sonrisas y tu silencio.
Mi familia, mis amigos;
todos plenamente felices,
asumiendo con gozo el
hecho de que yo fuese el
único
que decidiera cuando
teníamos que vernos.
Coexistían sin clasismos quienes
provenían de sus aprobadas
vidas terrenales, con los
indultados del infierno.
Qué placer poder conversar
en la zona menos idílica, y
por tanto más inspiradora,
con grandes cuentistas y poetas;
Neruda, Melquíades en representación
de Márquez, Cernuda, etc...
¡Qué ingrávida paz nos embarga!
Si se pudiese morir de placer,
sería aquí, si lo llego a intuir antes...
Aunque es fácil decirlo cuando ya estás
muerto, y nadie sufre por saberlo.
y que después de todo, había un cielo.
¡Quién lo habría imaginado!
En él coincidía todo lo indispensable;
una toalla húmeda brevemente sujeta
a tu cuerpo reclinado, con mi campo
de visión, y el alcance de mis manos,
curiosamente frías.
El tiempo pasando, los momentos claves
siempre disponibles, mis bolsillos
rebosando de tus sonrisas y tu silencio.
Mi familia, mis amigos;
todos plenamente felices,
asumiendo con gozo el
hecho de que yo fuese el
único
que decidiera cuando
teníamos que vernos.
Coexistían sin clasismos quienes
provenían de sus aprobadas
vidas terrenales, con los
indultados del infierno.
Qué placer poder conversar
en la zona menos idílica, y
por tanto más inspiradora,
con grandes cuentistas y poetas;
Neruda, Melquíades en representación
de Márquez, Cernuda, etc...
¡Qué ingrávida paz nos embarga!
Si se pudiese morir de placer,
sería aquí, si lo llego a intuir antes...
Aunque es fácil decirlo cuando ya estás
muerto, y nadie sufre por saberlo.
Se sufre por la ausencia, no por el muerto (pensándomelo)
ResponderEliminarEs lo primero que me ha sugerido tu poema. Me ha gustado ese cielo tan tuyo...
Me iré pasando para leerte.
Maldita Insomne ;)
buen inicio de semana
ResponderEliminarHola, buena entrada, recordando a los que ya no están físicamente, pero siguen en nuestra mente y sentimientos. Buen poema.
ResponderEliminarSaludos.
Estoy con >Maldita: se sufre por la ausencia no por la muerte en sí. Aunque a mí ésta me da un yuyu tremendo.
ResponderEliminarPoema en el que destaco su credibilidad; me gustó.
Un saludillo
Creo ke no se sufre por la ausencia sino por lo vidrios rotos que quedan por allí-ahí esparcidos entre la distancia y los labios colgando.
ResponderEliminarSin embargo, también creo que es menester que la poesía se libre del yugo tautológico de la musas moribundas, dejemos morir en paz a las putas de Homero, hasta cuando con el pathos sufriente existencial romanticólico...
Os invito a dar a luz una nueva naturaleza: EL PROFUNDISMO.
Salu2
-Maldita, el poema dice lo que a ti te sugiera.
ResponderEliminar-M. Cristina, eso te deseo.
-Lola, Gracias, no digas que fue un sueño.
-M.Ángeles, la credibilidad de los sueños.
-Profundistas, aún no he alcanzado tu grado evolutivo, pero lo intento.
Después de todo, cada sueño, nos acerca un poco más a la muerte...quién no se ha imaginado, alguna vez, qué habrá más allá?....los optimistas suelen decir que el gozo y la dicha del alma...y los no tanto piensan que la nada nos barrerá...Yo me atrevo a soñar,con una muerte parecida a la q vos describís, sin embargo,espero encontrarme muy lejos de ella, sin embargo espero seguir soñando con la vida...
ResponderEliminarMe gustó mucho tu poema,y en especial el final.
Saludos...tarde pero seguro...Lau :)
ultimamente el mundo de los sueños siempre tan presente...
ResponderEliminares algo k me inkieta.
aunque tu sueño fue placentero.
un saludo
lo mejor es la idea de andar en toalla pero tener bolsillos :D
ResponderEliminarEl sueño perpetuo, sueño al fin...
ResponderEliminarSaludos.
Awwwwww ese Morfeo como juega chueco, no??
ResponderEliminarYo nunca he soñado eso, a ver cuando pasa jajaja
La vida, la muerte...
ResponderEliminarEl cielo, el infierno...
La luz, la sombra...
Al fin y al cabo todo son caras distintas de un sólo prisma, de un sólo sueño que es la vida.
Besos y oníricas bendiciones.
si, se puede morir de placer
ResponderEliminar"la petite mort"
Me encanto este post!!
ResponderEliminarComo será el cielo realmente? Existirá?
y como saqué de algún lugar: pues yo no he conocido a nadie que se regrese, so... no ha de ser tan malo
ResponderEliminarsaluditos!!
:O
ResponderEliminarAcabo de darme cuenta que, últimamente, la gente se preocupa demasiado de la muerte o se imagina cómo sería la supuesta vida después de morir... ¡Qué lio!
ResponderEliminarMe gustó. Hace algún tiempo que no me pasaba por aquí.
¡Saludos!
No se, duele la muerte, pero duele más extrañar...
ResponderEliminarGrande
ResponderEliminarFelicidades por el blog y que tardemos en conocer tu cielo al fin y al cabo siempre estará ahí en tus sueños
Morir, vivir, tal vez soñar.... Hasta Shakespeare dudaba de la diferencia.
ResponderEliminarTraspasar una puerta cerrada....mmm
Quizás lo que busques esté aquí y no allá, tal vez imaginarlo allá no es más que la cobardía de renunciar, de no estar dispuesto a asumir su precio.
Un abrazo!
Un hombre sale de viaje, otro es el que regresa
Holas es la primera vez que veo tu blog y me gusta..te enlazo con el mio...
ResponderEliminarBesos
Un cielo interesante. Es más, parece hecho a medida, que es como debería ser.
ResponderEliminarUn saludo
"ingrávida paz.."si, debe ser así.
ResponderEliminarAhora creo que muero porque no muero ;)
Saludos!
resulta que si hay cielo???... mirá vos y yo tan hereje!!!
ResponderEliminarsaludos