La sed y el hambre
Sudan aire de duelo los labios.
Un segundo de tregua ayudará
a oxigenar intenciones y a que
nos seduzcan nuevos destinos.
En la calle sólo la noche soporta
el frío y el silencio que dejamos
después de atraer como imanes,
el fuego que sobrevivía en el aire.
Crepitan las manos ancladas
en una expectante quietud donde
retoman fuerzas y estrategias
de sed y de hambre complacientes.
Y la habitación; una habitación
cualquiera, se diría que alienta
a la sangre a rezumar con sus
formas
revueltas
y sus entrañas
derramadas
y oblicuas.
No creo necesario extenderme
porque mucho antes estallará
de nuevo la guerra; y los cabellos
ya desprendidos son rabos de
lagartija aún latentes de agónico
solaz, y las sábanas son
alfombras mágicas, y los sonidos
el eco del mundo en el corazón
del universo más bondadoso.
Un segundo de tregua ayudará
a oxigenar intenciones y a que
nos seduzcan nuevos destinos.
En la calle sólo la noche soporta
el frío y el silencio que dejamos
después de atraer como imanes,
el fuego que sobrevivía en el aire.
Crepitan las manos ancladas
en una expectante quietud donde
retoman fuerzas y estrategias
de sed y de hambre complacientes.
Y la habitación; una habitación
cualquiera, se diría que alienta
a la sangre a rezumar con sus
formas
revueltas
y sus entrañas
derramadas
y oblicuas.
No creo necesario extenderme
porque mucho antes estallará
de nuevo la guerra; y los cabellos
ya desprendidos son rabos de
lagartija aún latentes de agónico
solaz, y las sábanas son
alfombras mágicas, y los sonidos
el eco del mundo en el corazón
del universo más bondadoso.
tus palabras adquirieron un eco épico.
ResponderEliminarSaludos desde Chile
Creo que solo falta la Medusa.
ResponderEliminarEs realmente apocalíptico.
Me he echado las manos a la cabeza para comprobar que mi pelo sigue siendo el mismo.
Un besote
Considérame adicto a tus versos. Lo cotidiano se transforma en ellos en una suerte de sinfonía con tintes lejendarios.
ResponderEliminarExtrordinario
-Arianna. ...En tu garganta.
ResponderEliminar-Arantza. No falta, es mi mascota.
-Manuel. Seguiría escribiendo para siempre aunque sólo recibiese tus comentarios.
Ja,ja, Muy bueno.
ResponderEliminarY...¿dónde la tienes escondida?
Mira que es un poco peligrosa o acaso te entusiasma el peligro...
Besos.
qué cantidad de imágenes!
ResponderEliminarBxusss
tengo tu libro y me gustó, animo y continua, pronto el segundo
ResponderEliminar-Ada. Todas a tu servicio.
ResponderEliminar-Santiago. Me alegro tanto de que te haya gustado. intentaremos superarnos con el segundo, ambos.
Me gusta ...muy pasional
ResponderEliminarAntonio: hoy he leído tus últimos cuatro posts, uno mejor que el otro, como nos tienes acostumbrados. Pero éste me ha fascinado. Es intensísimo y desgarrador. Decís tanto en un poema relativamente corto... Tus escritos están vivos y laten y sangran y aman y respiran.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fantástico este texto.
ResponderEliminarHe sentido cada palabra como mía.
Me pondré al día con la historia de los otros textos.
Saludos.