Poesías, relatos, cine, música... Un remanso en medio de este apocalipsis (grupo EFDLT)

Placer mutuo

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martes, 28 de enero de 2020

La plegaria


martes, 7 de mayo de 2019

¿Quién soy?


jueves, 11 de abril de 2019

Si me quieres


Si me quieres te prometo que

—siempre que sea de esa forma precisa

donde todo lo demás va desintegrándose

avergonzado, o trata de adaptarse

cardíaco a nuestro paso edénico—,

te haré aquello que tanto echas de

menos, y que no puedo imaginar

todavía...

ARB
Cuadro: Burne-Jones



viernes, 30 de abril de 2010

Manipulación


Manipulemos.
Seamos agua de Iguazú
rompiéndonos.
Que labios polinicen y erijan a su paso
sol de arena en tactos.
Suspendámonos en la cima del abismo
como dioses desahogando soledades;
exuberantemente desérticos;
colonicémonos frívolos
impregnados de misticismo.
Asimilémonos en jugo, en vaho,
en palabras raídas y en células
mutando hacia hospicios.
Recojámonos aniquilados en uno.
Hallémonos sin ser conscientes jamás
de por qué podría no ser así.
Manipulémonos hasta ser algo
dichoso e inédito.

jueves, 1 de octubre de 2009

El amor es...



El amor es una mariposa
estallando y recomponiéndose
aún más bella y sin remedio
desde tu pubis hasta mi pecho,
desde los sueños a las
contracciones de nuestros glúteos
si tus labios me revolotean
recolectándome como néctar de Hefesto,
sintetizando el mundo en cada
célula aspirante a estambre.
Y es un gusano hambriento
adentrándose en mi oído cuando
tu lengua sólo articula, lejos de
improvisarme con su anegado
aleteo incandescente,
debilidades terrenales de Mérope.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Mantenme así



Mantenme así.
Sin un solo sentido que
se aventure a tu intemperie.

Sostenido en una nota de Vai,
como el horizonte de un cuadro.

Trasiégame sin compasión
con atenciones que me conviertan
en profeta del apocalipsis.

De donde estamos, elijo
no pensar que exista otra
posibilidad de ser, y no estar
muerto.

resistir en un estado minado de
milagros, rodeado de ebrios efluvios
y erupciones sanguinolentas, debe
ser una prueba religiosa definitiva.

ser el elegido por cada curiosidad
de tu cuerpo para descubrir el
universo, es un don como el de
la naturaleza al mundo.

Si te vas en la luz, ahora,
hasta que lluevas de nuevo sed
de Olimpo en nuestra penumbra,
mantenme así.

jueves, 27 de agosto de 2009

Si me quieres



Si me quieres te prometo que —siempre
que sea de esa forma precisa donde
todo lo demás va desintegrándose
avergonzado, o trata de adaptarse
cardíaco
a nuestro rastro de vida primogénita—,
te haré aquello que tanto echas de
menos porque, aunque me inventes
en cada ahogo, nunca lo sospechas.

jueves, 23 de julio de 2009

Seamos consecuentes


Sería un acto de despilfarro inadmisible
que, dadas las circunstancias y, teniendo
en cuenta la idoneidad de las condiciones
—distancias erectas a huecos exactos;
la noche incipiente con su tiempo virgen
improvisando sombras dionisíacas; la
inercia de todo lo que fluye amenazándose
con desembocar al unísono, en cada lugar
coincidente, en todo vacío que nos imana;
caricias disfrazadas de ovejas; alientos
conspiradores; miradas paranoicas que
coagulan toda molécula que no sea partícipe—,
no actuáramos en consecuencia.

jueves, 11 de junio de 2009

El resto es asumible



El resto es asumible si el mundo
se asoma
amaneciendo tu ropa,
caóticamente proscrita y yerta,
abandonada
a la suerte de lo superfluo.


Todo es ahora absoluto,
tajante y amazónico como sería,
además de lúgubre,
en una macabra coincidencia,
la ausencia de tu sujetador
colgando
del pie de cama.


Una gélida intención,
lejos de comunicarnos
nos desparrama uno en el otro,
y la luz ardiente del sur,
amputada por el aire acondicionado,
forma incendios estériles sobre
los vellos muertos.


Un bostezo, un mordisco yermo
—cuando juegas a entrecortarlo—
en la palma de tu mano, una sonrisa
alma en pena del sueño. Todo un
shock
para cuando moremos de nuevo el
suelo.


Pero aún, mientras el mando esté
tan desproporcionadamente alejado
de mi afán, tápame que aún
te quiero más de lo que pueda
olvidarlo.

jueves, 28 de mayo de 2009

Tu lengua ofídica



Avanzo vertiéndome sobre la
incertidumbre del tiempo en que tú,
malabarista de formas conspiradoras
que gangrenan todo afán que las obvie,
desprendes en arrítmico compás de
sangre, como manjares laberínticos
que soliviantan en los acordes de mi
pulso, las claves para afinarme en
la cadencia de tus manos barrocas.


Diosa en busca de mártir, caes del limbo
en carne redentora y huesos sacrílegos,
exigiendo sin resquicio todo por ti,
o una maldición de estatua vertida vanamente.


He llegado sin tiempo a este enclave
edénico, sólo siento como me petrifico
abandonándome a tus designios, al fin
encaucé tu ardid empíreo formando
un cruz de saliva sobre tu lengua ofídica.


                                                                 

viernes, 15 de mayo de 2009

El pacto arcano



Entre tus manos y lo que rija el
universo debe haber un pacto arcano.
Y me pregunto a cambio de qué,
cada vez que me deslindan —como
haciendo un fondo de mar sobre
el “claro de luna” de Ludwig—
se te concede el don de hacer y
demoler en mí, todo arte
condenado a perdurar insaciable…
A cambio de qué, habrás conseguido
superar con la versatilidad de tu boca,
cualquiera de mis intentos por
averiguar la deidad de su mixtura,
y sobrevivir sin secuelas.


Imagínense el ímprobo esfuerzo
que traería consigo implícito el
hecho de elucidaros, uno por uno,
los fenómenos que me originan
el resto de su cuerpo. ¡Imposible!
Mera utopía para migajas de arte.

lunes, 4 de mayo de 2009

Soy un animal



Últimamente entras como
si respirar se te enquistase.
Cierras la puerta tratando
de aplastar el acoso de este
rosario de días apócrifos.
Jadeas, blasfemas en
idiomas de ultratumba.
Cruzas el patio arrojando
las llaves y el bolso sobre
la mártir y desconchada
mesa de la cocina.


Desde el sofá del salón
te adivino en tus quejas.
Finjo estar dormido
esperando infectarte con el
sosiego de la inconsciencia.
Pasas de largo, subes las
escaleras como escapando
del averno. Abres la puerta
corredera del baño, la cierras,
silencio, oigo el agua
precipitarse por el bajante,
En vez de pensar cómo
socorrerte, sólo me pregunto
qué parte de tu cuerpo estará
inundando, y si te importaría
saciar mi vagar por el
desierto de tu piel ausente.
Por más que la evolución
intente incitarme a razonar,
lo sabes, el animal que me
provocas siempre vence.

lunes, 23 de marzo de 2009

El milagro



Volvamos a ser milagro; apoteosis
bíblica; el mayor alarde evolutivo
que haya logrado sorprender a Dios
o a cualquiera de sus homólogos,
o en su defecto, a vos.

Cuando una legión de caracoles
buscaron tu asilo acuático y
germinativo. Y parieron sanguijuelas
vampiras que planearon extasiadas
entre emancipadas palpitaciones.
Y en su frenesí se hicieron capullo
a tus pies, eclosionando en mangosta
sublimada bajo el fúnebre influjo
del baile con tus vellos, alertas
como sugestivas cobras escupidoras.
Bajo el auspicio de tu sangre creció
hasta lobo, que como a sus
moribundos, te regurgitó los mejores
manjares, afrodisíacas panaceas,
y fuentes de saliva amniótica.
derramándonos caímos infartados,
como peces dando coletazos al aire.

Volvamos a ser milagro. Yo empiezo.

jueves, 22 de enero de 2009

La sed y el hambre



Sudan aire de duelo los labios.
Un segundo de tregua ayudará
a oxigenar intenciones y a que
nos seduzcan nuevos destinos.
En la calle sólo la noche soporta
el frío y el silencio que dejamos
después de atraer como imanes,
el fuego que sobrevivía en el aire.
Crepitan las manos ancladas
en una expectante quietud donde
retoman fuerzas y estrategias
de sed y de hambre complacientes.
Y la habitación; una habitación
cualquiera, se diría que alienta
a la sangre a rezumar con sus
formas
revueltas
y sus entrañas
derramadas
y oblicuas.
No creo necesario extenderme
porque mucho antes estallará
de nuevo la guerra; y los cabellos
ya desprendidos son rabos de
lagartija aún latentes de agónico
solaz, y las sábanas son
alfombras mágicas, y los sonidos
el eco del mundo en el corazón
del universo más bondadoso.


lunes, 6 de octubre de 2008

Declaración



Esto no es un poema,
es una confesión tardía, y por
ello tan enorme que parece
una súplica, un rezo simple y conciso;
reconozco que te siento infinita,
como antes, como ahora,
como siempre, de una única
forma inmensa, casi inabarcable,
en exclusiva.
Aunque a veces te niegue.
Incluso crucificado por la vida
que hiere desde tu silencio,
sé que estás callada, decidida,
al otro lado de la cruz
intentando desenclavarme,
sangrando desde lo invisible,
amándome en la contradicción.
Gracias.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Definición



Acogedoramente sombría,
leona equina,
resucitadora poseída,
anfitriona carnívora,
jugosa fruta empantanada,
sílfide del cálido infierno,
fugaz cárcel de incipiente vida,
eco de oraciones y juramentos,
calidad de insaciable,
eufemismo del lado oscuro
del paraíso.

Podría haber dicho también,
su boca, pero hoy me he
decantado por su definición
como diosa ciclotímica y
antojadiza, su forma más
iracunda y tentadora.

jueves, 28 de agosto de 2008

El caos



Tus gafas despatarradas
sobre la mesa del salón.
Tu bolso de verano derretido
suspirando en la encimera
de mármol de la cocina.

Estoy seguro que esa fila de
hormigas del patio, ajenas a
tu rastro, obtienen algún tipo
de placer en su esclava labor.

La puerta del aseo huele
a recién abierta, a pelo
mojado y a pies descalzos.

No me hace falta tu esencia
para encontrarte, pero si está,
levito mientras me aproximo
como acechando a una presa
desconfiada y hercúlea. .

Entre tu cuerpo mojado y mis
manos sedientas cualquier
distancia es un tiempo sumido
en el caos,
un desperdicio de armonía,
una simbiosis extinguida.

Puede que los astros no se
alineen por nosotros, que la
tierra no presuma de contenernos,
pero la vida que se desprende en el
momento en que nos aniquilamos,
es el mejor ejemplo de la génesis y
del apocalipsis de todos lo tiempos.


lunes, 18 de agosto de 2008

Soy como piensas



Reconozco que a veces,
incluso prolijamente,
soy como piensas;
un búho ermitaño y
alicortado que sólo
abarca lo que presiente
si antes lo ha sobrevivido.
Todo porque bailo
desenfrenadamente inmóvil,
porque no me recreo en la
palabra, evitando acomodos
imprevistos más allá de lo
interesante, o de lo concreto.
Ya sabes que de registrar
mi genoma, lo llamaría
“timidez profunda”.
Prefiero desahogar lo
absurdo que segregamos
con desvaríos íntimos,
para ti y pocos más.
Paranoias que a su vez son el
peor de mis castigos cuando parecen
constreñir como anacondas
tu futuro de gacela urbana.
de profeta de los cuerdos, de
ángel con los pies en el asfalto.

Hasta ahora hemos sobrevivido
en la linde que delimita tu
frenética ciudad y mi
sobrecogedora selva.

Y yo sigo esperándote allí,
como si el mundo aspirara a
mantenerse intacto por nosotros.

jueves, 31 de julio de 2008

La resurrección



Dispongo de tan poco tiempo
para descifrarte, para encontrar
la simbiosis idónea entre tus
plegarias y cada fin al que te
he destinado e inscrito.

Atrapados en un grano de tiempo,
abandonados como árboles milenarios
a la mezquindad del hombre,
sólo espero contar con el apoyo
de alguna fuerza cósmica, quizás de
un Dios rebelde, que tenga a
bien encausarnos armónicamente
hacia el fin de lo que ahora pienso,
a base del placer inabarcable de lograr
que cada noche no demos las gracias por
todo,
aunque sería suficiente que fuese
sólo por algo en concreto, por ejemplo,
por aquel beso en mis ojos agotados.

Derrumbada ante mí como un
racimo de tentaciones desconocidas,
anuncias el apocalipsis, el comienzo
del reinado de la tierra. Y todo en ti
se vuelve amazonas, inenarrable,
más poderoso que todas la religiones
unificadas bajo una misma plegaria.

Mi gula es infinita cuando maduras,
por tu olor a tierra mojada y fértil
que despunta hacia el calor que en
mi boca se dilata cuando tus
laberintos se resuelven en mis yemas.

Así deambulo por este final,
ávido por perdurar más allá de
nosotros mismos.

                                                                                     

lunes, 21 de julio de 2008

La fe


A veces,
en el ocaso de algún momento
vano,
en ciertos días sin mundo,
la vida parece despuntar
con cierto sentido.
Y sin saber la causa
volvemos a sentir y a sentirnos.

Atravesé el atrio de ese
instante
con la inquebrantable fe de un
resucitado moribundo,
buscando con la premura
de un adolescente virgen,
la forma menos ilusoria de
perdurar en la esperanza,
hasta que me adopten, de nuevo,
tus labios.

Quizá mi demérito provocó
tu decadencia; te fue vistiendo
de hastío, conformando de piedra,
enterrándote en la densidad de las
horas cuando de ellas nace el
tiempo intacto, casi cadáver.

Aquí me encuentro encaramado,
asido al optimismo, seguro de nada,
aceptando al que fui, y agradecido
por el que pueda ser mañana.

He de alcanzar la cota errante
donde la vida te ofrece todos los
límites sin condiciones ni
consecuencias:
allí la armonía todo lo vestirá
de largo, el sonido de mis palabras
te condenará a comprender lo
que siento, la noche caerá cuando
del día todo lo hayamos tomado,
el silencio dará paso a tus secretos,
y la oscuridad me abrigará ante tu
imagen borrosa, como ausentándose
tentadora.

Por un instante, lo mejor de vivir
es la tortura de esperarte,
sin saber por qué, ni hasta cuando,
ni donde.


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