El bosque (II)
Vio a un águila remontar el vuelo dejando atrás la copa de unos sauces llorones, iba descabellando con su pico un pez que llevaba ensartado en sus garras. El río debe estar muy cerca, pensó caminando algo más ligera y confiada, pero una hora después aún no podía escuchar el murmullo de la corriente. No recordaba que el bosque fuera tan grande, pero hacía tantos años que no venía que equivocarse era lo más lógico. El sol empezó a entristecerse suicidándose en las cumbres más altas de la sierra. La sombra de Eva se alargaba hasta aliarse macabramente con la de los árboles, el sonido se fue replegando en el aire que habita entre las ramas, y debajo del humus. De nuevo aligeró la frecuencia de sus pasos hasta sincronizarlos con su miedo. Tropezó con algo, perdió el equilibrio y, dejándose caer sobre un costado, rodó unos quince metros hasta desembocar en un pequeño claro. Al levantar la cabeza observó como parte de su melena estaba flotando en agua, se incorporó apoyándose sobre sus codos y comprobó que efectivamente estaba salvada, había llegado al río. Era extraño pero el agua estaba tranquila como la de un lago, simplemente se ondulaba con calma sin intención alguna por dirigirse hacia ninguna parte, seguramente se trataba de algún fenómeno que ella desconocía porque en ese tramo la corriente siempre bajaba con bastante fuerza. Se puso en pie, estaba agotada y dolorida, en esas condiciones no se creía capaz de hacer todo el camino de vuelta, así que buscó refugio en medio de unas grandes rocas que parecían puestas en aquella llanura para tal efecto. Ayudándose de su falda recolectó una gran cantidad de hojas que pensaba utilizar de abrigo. De pronto empezó a nevar, era junio y hacía unos treinta grados centígrados. ¡Increíble! exclamó mientras extendía sus brazos y caían cálidos y suaves los copos en las palmas de sus manos.
Estimado amigo Antonio, confieso que he de ponerme al día, demasiqado lío con la exposición y el recital, así que empezaré por tu bosque. Espero que el año que viene seas uno de los poetas de la Noche Triguereña.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Vengo de EL BOSQUE...
ResponderEliminarY he leído EL BOSQUE II.
Quedo a la expectativa...
To be continued...verdad??
Tu capacidad para la descripción es impecable...
He estado vagando por ese bosque transportada en alma y casi cuerpo... durante los minutos que te leí.
Te felicito.
UN BESO(antes de que se acabe el tiempo)
antonio
ResponderEliminarel bosque siempre me provoca sensaciones encontradas
pero a la vez me atrae poderosamente...
muakisitos de luz
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ResponderEliminarQuedé maravillosamente encantada, lo de la niever fue precioso.
ResponderEliminarUn gustazo encontrar este blog, realmente.
Me voy a seguir paseando un rato por tus textos, un abrazo.
Nina.
Tanto me gustó que escribí comenté lo mismo tres veces XD
ResponderEliminarmuy bueno! pero soy tan distraido que no me di cuenta que habia una primera parte, ya me anoto para leerla
ResponderEliminarMe paso de nuevo por aqui y compruebo esta estupenda entrada.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un cordial saludo.
Jo, me encanta como escribes..!
ResponderEliminar-Manolo. qué más quisiera yo estar enredado en tanto arte. Todo llegará. Un abrazo
ResponderEliminar-SIL. Qúe te transporte es el mejor motivo para seguir escribiendo.
-Elisa. Tú tambien lo atraes a él.
-Nina. Es un placer que pasees por el fin de los tiempos contagiando energía.
-Iván Ignacio. No importa cuando, pero sí que vuelvas.
-Cornelivs. No sabes cuánto me alegra que alguien que conoce tantas magníficas historias, se interese por ésta. Es un honor
-Lunática. Contigo comentando es fácil.
Hola Antonio, vine para devolver la visita, y tu amable comentario. Eres Bienvenido cuando gustes a ser parte de mi blog. Gracias.
ResponderEliminarQue decir, me ha gustado mucho esta entrada a este bosque y a la mujer que trata de encontrar ese rio. Tendré que ponerme al día en la lectura ya que me ha cautivado.
Un agrado conocerte y conocer tu espacio. Te sigo.
Saludos desde Santiago de Chile.
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Hola mi cielo pase a dejarte mi saludo y buenos deseos para este fin de semana besitos para ti.
Impecable narración
ResponderEliminarMe siento en ese bosque.
Puedo oír el crujir de las hojas, el olor a verde..
Los copos de nieve?? genial detalle!!!
Besos grandes y lindo domingo
Gizz
La necesidad, la supervivencia hace fuerte
ResponderEliminarSaludos
La naturaleza de un bosque, no es como esta selva de cemento.. ahí, siempre hay algo maravillosamente extraño que encontrar.
ResponderEliminarSaludos!
Vaya!, eso parece un universo paralelo. A ver cómo sigue...
ResponderEliminarBesos felinos.
-Anouna. Que me sigas es todo un placer.
ResponderEliminar-Estrellita. Gracias, eres el paradigma de la amabilidad.
-Gizela. Si te sientes en ese bosque, quizá escriba algo sobre ti.
-Mardelibertad. Si tú lo dices, será.
-Álvaro. Esperemos no destruirlos del todo.
-Panterablanca. Paralelo al deseo.
saludos al escritor
ResponderEliminarUna lectura de muchas aristas veo en tu página y eso se agradece ...la diversidad es importante...por cierto mejor aún si hay talento en el trabajo que veo estampado...
felicitaciones!