Poesías, relatos, cine, música... Un remanso en medio de este apocalipsis (grupo EFDLT)

Placer mutuo

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Moda poética (ediciones limitadas)
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jueves, 16 de febrero de 2012

Carnívora realidad


Te hablo en minúscula desde una ventana
en el ático de los silencios, contemplando
como te alejas vagando queriendo acercarte.
En diminutos deseos interruptus te escribo,
que nacen devorados por la carnívora
realidad.
Recito acrónimos pensamientos en tu taciturna
inercia que enajenan intenciones de
caricias.
Hasta esto lo sabrás sin leerlo.
No puede haber nada más y menos romántico
que reconocerlo sin decirlo.
Lo siento… Espero que no tengas la capacidad
de imaginar
cuánto.
 

jueves, 22 de mayo de 2008

Luis Cernuda (La realidad y el deseo)

Uno de los grandes poetas andaluces, perteneciente a la generación del 27. Y aunque nunca haya sido tan popular como Bécquer, Alberti, Lorca, o Machado, sin duda alguna su obra es una de las más profundas y brillantes que ha dado la poesía en español.
Republicano confeso, se pasó media vida exiliado, impartiendo clases en Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y México, País este último al que amaba profundamente y, donde finalmente moriría en 1963.
Su vida estuvo marcada por un carácter extremadamente introvertido y por la distancia de su tierra; sus deseos enfrentados constantemente a la realidad que le tocó vivir, y que frenó sus expectativas a favor de la soledad y la tristeza.

Este vídeo no tiene demasiada calidad, pero para eso ya está su poesía:

lunes, 22 de octubre de 2007

La pasión y la realidad (II)

…una indiferencia absoluta y abismal. Apoyó sus manos en el piecero de madera para que su inflamado peso no lo denunciara, quería ayudarse de la confusión que genera un ataque por sorpresa para evitar cualquier conato de retirada. Alternaba con sus labios y con su vasodilatada lengua breves roces y ausencias, suave y parsimoniosamente recorría sus pies, que desprendían un salvaje aroma a sudor joven y a chanclas. En cuanto tomó las rodillas, ella se estremeció, alentado por esa prometedora reacción invadió el colchón a gatas mientras besaba a discreción todo lo que oliera a carne contenida y a piel a punto de sublimarse. Creyó desmembrarse en cuanto colonizó sus nalgas, alguna que otra parte de su cuerpo no estaba dispuesta a soportar la cadencia impuesta por el cerebro y sus paranoias baratas.
Fue cuando la tensión acumulada por él, al contacto con las palabras que ella atinó a clavar en sus entrañas mientras bostezaba, crearon el purgatorio más cruel que para un hombre en sus circunstancias, pudiese alguien llegar a imaginar.
Estoy cansada, dijo sin la menor importancia, y además me he puesto mala, dos motivos tan razonables para una honrosa retirada, como apocalípticos y alentadores para suicidarse. No sólo me matas, también me condenas a errar a tientas, me niegas sin pudor la resurrección al alba. Sumido en un infarto de músculos y tactos, me despido de la exhuberancia de esas malditas sombras que nacen, aún cuando dormitan tus venas en calma, sobre mi cama.

jueves, 11 de octubre de 2007

La pasión y la realidad (I)

Era una madrugada calurosa de verano, él subía las escaleras como si fuese el último escollo, el reto final cuyo logro lo condujese sin remedio hacia la forma más bella de energía contenida de la que recuerde haber formado parte activa. Desterrada por la espera hasta la frontera entre el deseo incontrolado y la exacerbación, ella estaría a punto de encomendarse a su propia dignidad, para acabar de una vez con ese tormento, varias artes relativas a muñecas y dedos, aprendidas del flamenco, harían el resto. Cuando accedió al cuarto ya poseía la gran baza de sus recursos totalmente mentalizada. El alumbrado público dotaba a la habitación de un ambiente calmado y a su vez de infarto, él adivinó rápidamente entre las sombras, las voluptuosas curvas que unían su cuerpo a la penumbra, desde el irreverente cabello hasta el sujetador, cayendo estrepitosamente hacia un tanga invisible, y llegando presuroso e inflamado a sus pies, donde finalmente, a gatas, él recaló para iniciar desde ahí, la odisea de recuperar el paraíso aun a costa de sucumbir en el infierno de…

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