La noche
Sólo espero de la noche, que
Tu cuerpo cansado se agote
Definitivamente satisfecho
Enredado a mis venas;
Déspota enredadera que
Encuentra refugio entre los
Sudorosos restos diseminados
A tu alrededor, de mis sentidos;
En forma de piel y vellos deformados
Y sonidos inexistentes hasta ahora,
Paraíso sometido a tus caricias
Desbocadas;
Por las que nació y perdurará
Como cada uno de estos versos,
Parásito y esclavo de tu amor
Ineluctable.
¡Qué poesía!
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