La realidad sin ella
Él se entregó por completo a la desidia y al sopor del sofá. Alargó su entumecido brazo izquierdo hasta reposarlo en la única silla incomprensiblemente vacía del cuarto. Alzó la pierna derecha flexionada, apoyándola sobre la mesa como si la abandonase a su suerte. Subía y bajada constantemente el brazo derecho, imitando a un periscopio, para lograr que el mando a distancia del televisor, evitase la ingente cantidad de libros y papeles amontonados, en su camino invisible hasta el receptor. El ventilador de pie rechinaba estridentemente en cada negación de su airosa cabeza, y su aire viciado era lo menos parecido que pueda existir, a una refrescante brisa marina.
Entre su estado de casi letargo, y la tranquilidad que necesitaba para respirar, había años luz de distancia; de recuerdos amargos, y muchos de ellos, lo que es aún peor, inexplicables. Lo único que acompañaba fielmente a su estado, eran la desesperanza y el desasosiego.
En plena vacación de verano, ella se había marchado sin decir adiós, ni hasta pronto, ni hasta nunca o hasta luego. Y aunque ambos tenían la certeza de que ocurriría, en algún maldito rincón recóndito y desconocido de su maltrecha esperanza, él, sin saberlo hasta ahora, que ella ya no estaba, albergaba aún una gota de ilusión, de la última sonrisa cómplice que compartieron.
Y llegó a echar de menos aquellos infinitos períodos de silencio muerto, que vaticinaban arduas y reiterativas posiciones encontradas e irreconciliables de ver la vida.
Entre su estado de casi letargo, y la tranquilidad que necesitaba para respirar, había años luz de distancia; de recuerdos amargos, y muchos de ellos, lo que es aún peor, inexplicables. Lo único que acompañaba fielmente a su estado, eran la desesperanza y el desasosiego.
En plena vacación de verano, ella se había marchado sin decir adiós, ni hasta pronto, ni hasta nunca o hasta luego. Y aunque ambos tenían la certeza de que ocurriría, en algún maldito rincón recóndito y desconocido de su maltrecha esperanza, él, sin saberlo hasta ahora, que ella ya no estaba, albergaba aún una gota de ilusión, de la última sonrisa cómplice que compartieron.
Y llegó a echar de menos aquellos infinitos períodos de silencio muerto, que vaticinaban arduas y reiterativas posiciones encontradas e irreconciliables de ver la vida.
Pues sí, es que el silencio acaba echándose en falta. Le queda un duro camino que recorrer al pobre.
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Saludos.
Sin ir más lejos, se abandonó por amor... tanto que extraña hasta su silencio.
ResponderEliminarSaludos!!
es algo triste.... por qué aveces amar es tan triste?
ResponderEliminarEse silencio acompañado equivale a buscar medio dormido entre las sábanas la silueta del que yace... sonreír, y seguir durmiendo.
ResponderEliminarY la sensación de vacío que queda al buscar y no encontrar sino el vacío, es el peor dolor que me ha tocado vivir.
Triste, pero certero.
Amarga realidad, y además cuando uno está de vacaciones debe ser peor... Quizá a la vuelta haya un reencuentro...
ResponderEliminarSaludos. Ligia
Amar en silencio es doloroso, y que el silencio llegue al amor, es tremendo.
ResponderEliminarMuakakiss
Silencios que a modo de losa se ciernen sobre un corazón habitado y...habitable.Amargo y hermoso.
ResponderEliminarUn abrazo
El silencio en pareja solo en los mínimos momentos necesarios...
ResponderEliminarBesotess
Creo que a pesar de que lo vivido sea extenso y la experiencia amplia, nunca acabamos de estar verdaderamente preparados para estas cosas..
ResponderEliminarUn beso y gracias por tu visita.
son periodos de nostalgia y adaptacion a nuevas experiencias vitales ..pero el silencio ayuda y la pena se cura en soledad ....
ResponderEliminarcuidate
Lo peor es la gotita de ilusión que él aún alberga. Eso es lo peor que puede pasarle a cualquiera ante una causa más que perdida. El dolor se alarga y se alarga inútilmente.
ResponderEliminarEstoy con don'y worry, be happy. Lo mejor que peude hacer es intentar deshacerse de esa gota ilusión o esperanza que aún conserva, es en vano y es mortal.
ResponderEliminarUn saludo.
Os agradezco vuestros comentarios, no sé que haría sin ellos. Trnsmitiré (si no lo he hecho ya)al interesado vuestros consejos, Ojalá lo ayudemos a salir de su lamentable situación emocional.
ResponderEliminarLos cambios implican movimiento.
ResponderEliminarMil gracias por tu visita.
Saludos.
Hola, a veces llegar al vacio es lo necesario para volver a llenar--
ResponderEliminarVaciar--- entregar, dar, trasvasijar.. procesos de un crecimiento...
Cariños
Ali
hola Lanobil
ResponderEliminargracias x pasar x mi blog y dejar tan gratos comentarios.
El tuyo esta muy bueno, hoy paso rapido, pero en otra ocacion me detendre a leerte con mas detenimiento.
saludos desde Argentina.