El enigma
Es inevitable, mi acecho no cesará
hasta adivinar los fenómenos que
te desencadenan exacerbando mi sangre.
Sé que a veces te rigen misteriosos planetas,
astros egocéntricos, influencias
proscritas de la luna.
Perdóname, pero he de poblarte incluso
muerta,
más allá de cualquier frontera.
La vida me va en este empeño,
te lo juro por ella, y por la tuya,
y por todo el que desee formar parte de algo
eterno.
Quiero desvelar la ley física que me somete
al movimiento sísmico de tus caderas.
Ardo por resolver el enigma que provoca
que tu boca sepa a todo lo irreprimible.
Cuando me acaricias, la fórmula química de
mi cuerpo se me escapa entre erupciones caóticas.
Seguiré observándote sin descanso,
estudiaré implacable la gravedad que
actúa sobre tus pechos libres,
el caos perfecto de tu cabello cuando lo
violan mis manos.
Seré sombra de esa espiral de sonidos
de ultratumba que embriagan mis oídos
cuando la noche te dota de esa hambre hueca.
Velaré insomne la irascible órbita que
generan tus manos sobre mi pubis.
Todo es poco para desvelar el enigma de
ese último lamento; el único en que sin duda
participo;
como inquilino de tus labios humeantes.
hasta adivinar los fenómenos que
te desencadenan exacerbando mi sangre.
Sé que a veces te rigen misteriosos planetas,
astros egocéntricos, influencias
proscritas de la luna.
Perdóname, pero he de poblarte incluso
muerta,
más allá de cualquier frontera.
La vida me va en este empeño,
te lo juro por ella, y por la tuya,
y por todo el que desee formar parte de algo
eterno.
Quiero desvelar la ley física que me somete
al movimiento sísmico de tus caderas.
Ardo por resolver el enigma que provoca
que tu boca sepa a todo lo irreprimible.
Cuando me acaricias, la fórmula química de
mi cuerpo se me escapa entre erupciones caóticas.
Seguiré observándote sin descanso,
estudiaré implacable la gravedad que
actúa sobre tus pechos libres,
el caos perfecto de tu cabello cuando lo
violan mis manos.
Seré sombra de esa espiral de sonidos
de ultratumba que embriagan mis oídos
cuando la noche te dota de esa hambre hueca.
Velaré insomne la irascible órbita que
generan tus manos sobre mi pubis.
Todo es poco para desvelar el enigma de
ese último lamento; el único en que sin duda
participo;
como inquilino de tus labios humeantes.
Bello poema, Lanobil, de amor más poderoso que la muerte, como dijo el otro.
ResponderEliminarTrès beau poème
ResponderEliminartellement mystérieux et evocateur
je reviendrai
a bientot
Vaya poema sensual y bonito. Te felicito por el. Ha sido un placer leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo
... el final es humm.
ResponderEliminarTe leo y te descubro.
ResponderEliminarSensible, solitario, romántico.
Es un gusto visitarte en tu blog.
Alicia
Cu-Cú, vengo a regar con palabras tu blog, tu flor en medio del apocalipsis...
ResponderEliminarpero veo que tu poemas se riegan sólos, cuánta belleza...
besos
Increíbles tus palabras como siempre..
ResponderEliminarEs un gusto leerte..
besos..
Es una hermosa declaración, una bella táctica de seducción.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Yo además opino que la imagen está muy bien escogida...
ResponderEliminar¿quien es capaz de desvelar ese enigma?...hay lamentos que no tienen explicación.
ResponderEliminarmuy hermoso lanobil
Awww que tierna, muy bella la forma en como quieres descubrir que hay detrás del enigma
ResponderEliminarUn poema sensualmente hermoso...
ResponderEliminarenhorabuena por ese poemario!
ResponderEliminarun abrazo
Amor-pasión más allá de la muerte. Inquietante y sugerente, sin duda.
ResponderEliminarUn abrazo
"He de poblarte incluso muerta"
ResponderEliminar¿alguien puede decirlo mejor?
¡¡felicidades poetazo!!
la sensualidad versificada
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