Quiero que lo intuyas
Quiero que lo intuyas como
la tarde a la penumbra;
sin solución, infinitamente.
Y que un inabarcable placer
te haga ingrávida cuando lo
adviertas,
igual que el lobo que después
de aullar oscuras plegarias al
universo, recibe místicas alianzas.
Si vuelves a dudar vomitaré
cada beso inesperado que no
pude retener ante tu piel de
arena movediza.
La misma tempestad que generas
para mantener tus costas libres
de invasiones, agrietará abrazos,
agriará salivas, condenándolo
todo al naufragio del que provengo;
soledad ebria de frustraciones y reproches.
No se puede conquistar cada noche
lo que cada día recobra sus armas,
recupera la distancia, y se enorgullece
de incrementar su propia energía,
desconfiada y onanista.
Déjame de una vez infectarte hasta
que padezcas de una forma crónica
y desorbitada mis esclavas atenciones.
Deja que tu imperio disfrute para
siempre del sacrificio de mi cuerpo
entre tus dientes de diosa insaciable.
la tarde a la penumbra;
sin solución, infinitamente.
Y que un inabarcable placer
te haga ingrávida cuando lo
adviertas,
igual que el lobo que después
de aullar oscuras plegarias al
universo, recibe místicas alianzas.
Si vuelves a dudar vomitaré
cada beso inesperado que no
pude retener ante tu piel de
arena movediza.
La misma tempestad que generas
para mantener tus costas libres
de invasiones, agrietará abrazos,
agriará salivas, condenándolo
todo al naufragio del que provengo;
soledad ebria de frustraciones y reproches.
No se puede conquistar cada noche
lo que cada día recobra sus armas,
recupera la distancia, y se enorgullece
de incrementar su propia energía,
desconfiada y onanista.
Déjame de una vez infectarte hasta
que padezcas de una forma crónica
y desorbitada mis esclavas atenciones.
Deja que tu imperio disfrute para
siempre del sacrificio de mi cuerpo
entre tus dientes de diosa insaciable.
Unos versos contenidos y de una sutileza admirable. Escribes de maravilla campeón.
ResponderEliminarCréeme que lo intuyo...
ResponderEliminarmuy buenos versos
ResponderEliminarDesde mi México lindo y querido, vengo a dejar un saludo por aquí.
ResponderEliminar-Manuel, Es una satisfacción para mí que te guste.
ResponderEliminar-Rabo de nube, quedamos unidos por la intuición.
-Identidad, gracias, espero volver a leerte.
-Armida, México hoy ha desbancado a España en el primer puesto de países que más me visitan. Gracias a todos y en especial a ti.
ya tenemos fecha de presentación para el libro en Sevilla!
ResponderEliminarun abrazo
wow!!!
ResponderEliminarMe encantaaaaaaa como escribes, de verdad me llevé una sorpresa al entrar a tu blog, te habías pasado por el mio hace rato, no había tenido la oportunidad de responderte porque estuve un poco alejada del blog...
Me han llegado esos versos en un momento propicio, estaré pasando seguido a leerte. Cuídate mucho, un abrazo!
toda una declaración de principios estimado, interesante el presentar al amor como una especie de infección, en línea con aquel inolvidable poema de Anne Sexton "Querer morir".
ResponderEliminarsaludos
Lilián
Inquietantes, reflexivos, bellísimos versos.
ResponderEliminarUn saludin
Entrega... total.
ResponderEliminarDelicadeza en sus versos, mister.
que fuerza..se que los has escrito para ser gritados mas que leidos
ResponderEliminarNo sólo debe intuirlo sino sentirlo, como hemos sentido al leerte.
ResponderEliminarSaludos.
Que bien que escribes!!! aplausos para ti!!! un abrazo.
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