La inspiración (I)
Después de todo el día constreñido por un tropel de palabras que aparecían y se desintegraban; malsonantes y raquíticas; indigentes, disyuntivas, soporíferas. Al fin encontré en la energía de una milésima de tiempo, la única combinación posible para que mi limitación atisbara levemente su belleza.
¡Rápido! Un bolígrafo…, un lápiz…, papel higiénico si es preciso. Todo el patio y sus habitaciones adyacentes parecían conspirar contra mi inspiración. Aquí no, aquí sí… pero no tiene tinta, en este lugar siempre había… ¿Le servirá este papel…? ¿Quedará feo el calendario de la cocina si…? ¡Joder!
Estaba perdiéndole el pulso, la frase era demasiado barroca y lo suficientemente amplia para que muriese fácilmente en su intento de deslumbrar al mundo por un medio tan austero como mis neuronas.
Aún creo que la podré reanimar si llego a tiempo al teclado. Subí de tres en tres los peldaños de la escalera —que no es un dato significativo si no se conoce la anchura de éstos, pero baste con decir que era todo lo que podía abarcar mi lamentable condición física— como hacía en el cuartel cuando, de recluta, el sargento aseguraba amenazante que el último en acostarse se quedaría el fin de semana sin pase pernocta. Llegué al escritorio desencajado, repitiendo la frase una y otra vez parecía un niño aleccionado por su madre para que le hiciera los recados sin equivocarse. ¡Me cago en el copón divino! (Continuará)
¡Rápido! Un bolígrafo…, un lápiz…, papel higiénico si es preciso. Todo el patio y sus habitaciones adyacentes parecían conspirar contra mi inspiración. Aquí no, aquí sí… pero no tiene tinta, en este lugar siempre había… ¿Le servirá este papel…? ¿Quedará feo el calendario de la cocina si…? ¡Joder!
Estaba perdiéndole el pulso, la frase era demasiado barroca y lo suficientemente amplia para que muriese fácilmente en su intento de deslumbrar al mundo por un medio tan austero como mis neuronas.
Aún creo que la podré reanimar si llego a tiempo al teclado. Subí de tres en tres los peldaños de la escalera —que no es un dato significativo si no se conoce la anchura de éstos, pero baste con decir que era todo lo que podía abarcar mi lamentable condición física— como hacía en el cuartel cuando, de recluta, el sargento aseguraba amenazante que el último en acostarse se quedaría el fin de semana sin pase pernocta. Llegué al escritorio desencajado, repitiendo la frase una y otra vez parecía un niño aleccionado por su madre para que le hiciera los recados sin equivocarse. ¡Me cago en el copón divino! (Continuará)
... existe, impunemente, la idea de que las ideas que no pueden ser retenidas no son dignas de ser retenidas, que merecen ser olvidadas, pero esto no puede ser así puesto que yo he retenido esta idea que, sin duda, merece ser olvidada...
ResponderEliminarayayayayaya, siempre se presenta así sin avisar y siempre es bienvenida.
ResponderEliminarSaludos!
Esa idea, esa inspiración que llega a tu mente, ¡atrápala como sea! siempre es oportuna y aprovechable.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por visitarme.
Hola, Antonio!
ResponderEliminarEstoy trabajando en este momento y no puedo leerte pero te enojas si sólo te dejo un beso? ;)
STEKI.
-Almanzurbillah. No estoy de acuerdo con la idea, ni contigo, incluso la mayoría de veces, conmigo.
ResponderEliminar-Bahhia. Igual que tú aquí.
-Emma. Lo haré, gracias por la visita.
-Steki. No me enojo si piensas volver.
Antonio,
ResponderEliminarMe gusta lo que pusiste bajo tu foto
se que puedo rehabilitarme en este blog, no se muy bien de que ni como :)
Buenisimo
Un abrazo y gracias x la visita
Petra
... es evidente que no me sé expresar.
ResponderEliminarPoca, Antonio, sí, poca es la consideración que tienen las ideas cuando llegan. Ellas, que siempre se escabullen, se dispersan, se enconde, incluso, en el barullo de lo cotidiano... Y cuando llegan, encima lo hacen con prisa, las muy inconstantes. ¿Será que son ellas las que, al fin y al cabo, nos escogen?...
ResponderEliminarAbrazos de papel y lápiz a tiempo...
P.D. También yo recurro a los copones, santo y divino, cuando alguna gira la esquina, sin dejarse escribir.
Siempre salgo de casa con una libreta y un bolígrafo.
ResponderEliminarCada mes lo reviso para comprobar que tiene tinta porque me puede dar algo si me deja colgada.
Y me pregunto: ¿Las ideas o inspiración no pueden llegar cuando estás en tu casita delante del escritorio con un folio en blanco sacándote la lengua?
He estado fuera y no he podido visitarte.
Un beso.
A mi me ocurre iguál...
ResponderEliminarA veces ,incluso acostada.Me levanto para escribir algo que se me viene a la cabeza.
Aunque sea algo raro..jajaj
Gracias por tus palabras en mi blog.
Bienvenido siempre.
Veo que has viajado mucho y que conoces Granada.
La música ...espectacular¡¡
Será un placer comprar tu libro y leerte.
Besos
siempre me sucede eso...creo que vianado en tren o en colectivo o caminando por la calle me vinieron a la cabeza los mejores poemas del mundo, y las mas fantasticas historias, pero no tenia con que escribirlas o simplemente no tenia ganas de hacaerlo en ese momento, asi de fugaces como vinieron se van.. creo que nos pasa a todos..
ResponderEliminargracias por apsar por el blog, saludos!!
La inquietud, que pulula dentro del alma, dentro del ser, camina como errante desde el corazón a la cabeza. Yo lo llamo fantasmas que gritan dentro de ti por salir al mundo, por tener vida… No te dejan parar ni pensar en otra cosa, hasta que sin querer, queriendo, se apoderan de tu conciencia y afloran al exterior como un caudal inagotable, que toma forma a través de ese mundo tan versátil, tan moldeable que dibuja, tus sueños, tus inquietudes, tus verdades…, como tan hermosamente te permite el mundo de las letras.
ResponderEliminarMe he identificado mucho con este texto, me siento de esa forma, cuando siento la necesidad de escribir…. Gracias por tu visita, y tu comentario en mi blog, serás bienvenido siempre que te apetezca hacerlo… Volveré por tu blog a leerte, me gusta lo que escribes y como lo escribes… Un beso, Antoñi
ANTONIO VENGO A AGRADECERTE TUS HERMOSAS PALABRAS EN MI CASA ,SIEMPRE QUE QUIERAS ESTARAN ABIERTAS PARA TI.
ResponderEliminarUN BESO.SHEREZADE
que lindo escribís,me encanta leerte y siempre quedo con ganas de mas..
ResponderEliminar-Unmasked. Buenísimo pero inquietante.
ResponderEliminar-Almanzurbillah. Te has expresado perfectamente; tu reflexión no merece ser olvidada, y las ideas siempres son dignas, hasta las que se nos escapan. Por eso no lo compartía.
-Raquel T. Espero que después pidas perdón por la ofensas, yo te perdono en nombre del fin de los tiempos.
-Arantza. Bienvenida. Prueba a sacarle tú también la lengua, algo se te ocurrirá en esa locura.
-Leni. Será un placer para mí. Granada es una eterna inspiración.
-Xergito. Deberíamos viajar con una grabadora, no puedes dejar pasar esos maravillosos versos.
Maravilloso ese ciclon en que se ve envuelto el creador. Luchamos contra nuetros enemigos neuronales, y unas veces ganamos y otras perdemos.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu publicacion de poemas.
Un saludo.
Me pasa lo mismo muchas veces.. asi que levo mi cuaderno rojoa todos lados... y cuando surje una idea por miedo a que se distorcione al dia siguiente o despues de un tiempo... dejo todo y la escribo... y ojo.. si tuviera un papel higienico a mano seguro que alli tambien escribiria!!!
ResponderEliminarMil gracias por haber pasado por mi blog... mil gracias!!!
Besos llenos de luz para vos!!!
Exigente, caprichosa, intuitiva, caótica, celosa, imprevisible... Así es ella, y así debemos aceptarla.
ResponderEliminar-Antoñi. Estaremos en el camino siempre.
ResponderEliminar-SHEREZADE. Haré uso de ellas.
-La otra parte de mí. Siempre intentaré que haya más.
-David. Maravilloso tu primer comentario en el fin de los tiempos.
-Sol. Un cuaderno rojo muy valioso. Bienvenida
-Manuel. Yo la acepto, pero desconcierta.
Hay cuando hay esas lagunas donde la inspiración nos abandona, que podemos hacer, mejor es llevar un boli una pequeña libreta en el bolsillo, salir, pasear, si vives cerca del mar, oír el mar, observar el ir y venir de la gente, seguro que vuelve.
ResponderEliminarCon cariño
Mari